Este martes 12 de noviembre se cumplen 5 años desde la muerte de Karin Salgado, una Técnico en Enfermería (TENS) que se suicidó tras sufrir acoso laboral al interior del hospital Herminda Martin de Chillán, en la región del Ñuble.
Su historia no pasó desapercibida. Con presión de la prensa y su familia, el Congreso publicó este 2024 una norma que regula lo que se entiende por acoso laboral y los procedimientos para denunciarlos e investigarlos, llamada Ley Karin, en su honor.
¿Quién era Karin Salgado?
Recordemos que el caso de Karin causó gran conmoción en el país. Su hermana, Claudia Salgado, tomó la iniciativa para buscar justicia por su hermana fallecida y después de casi 5 años de su fallecimiento, en agosto de este 2024, la ley que lleva su nombre finalmente entró en vigencia, y aplica plenamente para todos los trabajadores, tanto del sector público como privado.
Karin decidió quitarse la vida el 12 de noviembre de 2019, hace exactamente 5 años, después de sufrir acoso laboral. Quienes la conocieron la describieron en su momento como una persona con vocación de servicio y amante de los animales.
Su “calvario”, como ella lo describió, comenzó cuando el Hospital inició un sumario por la denuncia de hurto de insumos, del cual Karin fue testigo. A raíz de sus declaraciones en este sumario, se desencadenó una ola de malos tratos hacia su persona.
La situación la llevó a una suspensión laboral de 30 días y una anotación de demérito (constancia), afectando su salud emocional y psicológica.
Según dio a conocer un reportaje de BioBioChile, a pesar de los intentos de Karin por demostrar su inocencia, las declaraciones de colegas fueron manipuladas, y la presión de sus superiores terminó generando un trato cada vez más hostil.
Incluso, según la denuncia formal, en un momento llegaron a trasladar a la ahora fallecida TENS, a la bodega de farmacia. El problema: recortaron su sueldo en un 50%.
A raíz de esto, Karin envió una carta a Contraloría para intentar recuperar su sueldo (que originalmente era de 500 mil pesos). Sin embargo, cuando Karin supo que su apelación había sido rechazada, entre lágrimas de desconsuelo le comentó a sus cercanas: “Con esto me mataron”.
Su último turno
Tal como consignó BioBioChile, en octubre de 2019, Karin dio un primer “aviso”, cuando intentó suicidarse. Sus colegas pidieron ayuda para que el hospital le proporcionara ayuda profesional, desde donde consiguieron una hora con un siquiatra, pero para un mes más.
Al final, un pediatra que conocía a Karin, de su bolsillo, pagó una consulta con un siquiatra, porque ella no comía ni dormía pensando en el sumario. Luego de ese primer episodio, nunca más volvió a trabajar.
Su último turno fue el 11 de octubre. Fue su última vez distribuyendo los medicamentos, los insumos y los sueros por el hospital, en una labor que generaba cierto temor en sus colegas. Era llevarla a la “boca del lobo”, aseguran, tomando en cuenta su depresión y que ahí tenía acceso a todo tipo de fármacos.
Finalmente, un mes después de ese incidente, el 12 de noviembre de 2019, Karin decidió no vivir más.
Ley Karin
La Ley Karin (21.643), que entró en vigencia el 1 de agosto pasado. La norma modificó varios cuerpos legales, incluido el Código del Trabajo, para fortalecer la prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo.
Establece que las relaciones laborales deben ser libres de violencia y con respeto a la dignidad de las personas. Define conductas inaceptables como el acoso sexual y laboral, y exige a los empleadores implementar protocolos de prevención y procedimientos claros para abordar estas conductas.
Así mismo, la norma ayuda a que el Estado de Chile se adecúe a los compromisos adquiridos con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el Convenio 190 sobre eliminación de la violencia y el acoso laboral.
En septiembre pasado, a un mes de la entrada en vigencia de la Ley Karin, desde la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), informaron que en este periodo, recibieron 2.233 denuncias de trabajadores, quienes se acercaron en busca de apoyo psicológico ante posibles situaciones de acoso en sus respectivos trabajos.
Además, detallaron que el 64% de las denuncias correspondían a violencia laboral directa, un 36% por acoso sexual, violencia física y discriminación.