La relación entre Chile y Bolivia es compleja y está marcada por la aspiración de este último país –todavía vigente– de tener un acceso soberano al mar.
Pero a esta constante histórica se le han sumado, recientemente, otras variables.
Entre ellas, los problemas con la reconducción de migrantes ilegales, la descarga de combustible ruso en territorio chileno para ser transportado al altiplano y un acuerdo secreto con Irán que incluye la provisión de drones de este país para vigilar la frontera boliviana.
Todos estos temas se analizan en este comentario, a propósito de los 120 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Bolivia, firmado en 1904 tras la Guerra del Pacífico.