El ministro secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, se refirió este martes a la reforma al sistema político. Esto, recordemos, fue anunciado por el presidente Gabriel Boric durante la Cuenta Pública 2024.
Ahora, según dijeron desde el Gobierno, la iniciativa permitiría enfrentar la atomización creciente del mismo sistema. A la vez, Elizalde planteó que se trata de “una necesidad”.
Por tanto, “avanzar en una reforma acotada que genere incentivos para que quienes comparten corrientes de pensamiento, visiones de país, se agrupen en partidos políticos y movimientos que sean más representativos”.
De esta manera, se busca “facilitar los acuerdos que sean positivos para el país” y así “mejorar la vida de todas las chilenas y chilenos”, comentó el secretario de Estado.
Igualmente, la autoridad de Gobierno contó que se han realizado una ronda de consultas levantando información proveniente de los distintos partidos políticos.
En ese contexto, dijo Elizalde, “el oficialismo ha planteado una propuesta específica que nos hará llegar y vamos a tomar como base lo que fueron las propuestas de los dos procesos constituyentes”.
“En particular, el texto elaborado por la comisión de Expertos para el segundo proceso constituyente que tuvo un apoyo relativamente transversal”, explicó.
Reforma al sistema político
Acto seguido, y por tratarse de una reforma que implicaría al menos un cambio acotado en la Constitución, “sólo será posible a medida que se genere un acuerdo transversal con un apoyo mayoritario. Y en ese proceso de diálogo estamos actualmente”, dijo el titular de la Segpres.
Respecto a las fechas, Elizalde dijo que “los plazos son relativamente acotados con el objeto, obviamente, que esta discusión se de debidamente distanciada del subsiguiente proceso electoral”.
“Tenemos elecciones ahora en octubre, las próximas elecciones son en noviembre del próximo año y, por tanto, podríamos decir que este debate deberá darse lo suficientemente distanciado del subsiguiente proceso electoral”, sostuvo.
Lo anterior, “para que finalmente sea un debate que no esté considerando aspectos electorales de corto plazo, sino que las necesidades del país y, particularmente, cómo tenemos un sistema político robusto que esté en condiciones de dar respuesta adecuada y rápida a las personas”.