En medio de un sol tibio de primavera, Radio Bío Bío llegó hasta la comuna costera de Tomé en la región del Bío Bío para conversar con Miriam Gutiérrez Vergara (51), madre de Pablo Marchant Gutiérrez, el exintegrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) abatido en un enfrentamiento con Carabineros luego de un ataque incendiario perpetrado el 9 de julio del 2021 en un predio forestal en Carahue, en La Araucanía.

Miriam vive en un pequeño departamento en la parte alta de la comuna, sector al que se llega serpenteando una de las arterias principales. Este espacio que comparte junto a sus dos hijos también es el escenario de las travesuras recurrentes de Chuky y Princesa, sus dos gatos que recorren las instalaciones con autoridad ante nuestra presencia.

Allí, en un modular apegado a una de las paredes hay decenas de fotos de Pablo Marchant, del joven que luego de estudiar en el Instituto Nacional ingresó a la carrera de Antropología de la Universidad de Concepción y comenzó a viajar al Alto Bío Bío, donde conoció la compleja situación de algunas comunidades en resistencia y donde fue reclutado por la CAM, sin imaginar que en esa lucha encontraría la muerte.

“Pablo era un joven muy inquieto, muy inteligente también, era un joven muy audaz, quería aprender de todo. Y él optó por venirse aquí, a la ciudad de Concepción, junto con mis papás. Y bueno, accedí a esa petición porque igual iba a estar cerca de mis papás y porque él tenía esa necesidad de venirse hacia el sur porque ya no quería estar en Santiago”, cuenta Miriam.

Hoy esta madre y jefa de hogar está centrada en una batalla por conocer la verdad sobre cómo fue abatido su hijo y para ello necesariamente debe exhumar los restos de Pablo que están en un predio en proceso de recuperación por la CAM en Pidenco, comuna de Lumaco y realizar una nueva autopsia.

El 4 de septiembre recién pasado, Miriam Gutiérrez recibió un duro golpe que puso cuesta arriba sus pretensiones. Ese día la comitiva que iba a realizar una pericia de factibilidad para exhumar los restos fue atacada a balazos por encapuchados y tuvieron que salir del lugar sin poder realizar la diligencia.

En esta entrevista, Miriam cuenta parte de su lucha por encontrar esa verdad esquiva respecto a la muerte de su hijo y cómo enfrenta el nuevo desafío de recuperar los restos de su hijo que fueron sepultados en un predio que está vigilado por la CAM.

-¿Cómo se enteró usted que Pablo era integrante de la Coordinadora Arauco Malleco?

-Yo me entero una vez que Pablo es asesinado, me entero cuando llego al Servicio Médico Legal que él pertenece a la CAM. Yo no sabía lo que era la CAM, no tenía ningún conocimiento sobre la organización, solamente sabía que Pablo ayudaba allá en las comunidades, que era lo que él me decía. Yo aceptaba eso porque creía y creo que es algo justo la recuperación de sus tierras y todo eso. Y ahí yo me entero de que él pertenecía a la CAM.

-¿Cómo fue ese día? ¿Qué recuerda cuando se entera del fallecimiento de Pablo?

-Durante el día supe que habían asesinado a Ernesto y yo sabía que era hijo de Héctor Llaitul, que era amigo de Pablo. Y me preocupé porque no sabía nada de él, empecé a llamarlo pero tampoco yo me imaginé que podría haber sido él o que hubiera estado implicado en eso. Y me preocupé, pero no recibía respuesta. Después llamé a una persona que tampoco sabía de él, que era su polola. Y estuve así durante todo el día, nada de respuesta de él ni nada. Ya en la noche me fui a dormir y alrededor de las dos de la mañana me llaman y me avisan de que no había sido Ernesto, sino que era mi hijo al que habían asesinado.

-¿Cómo se explicaban estas desapariciones de Pablo, nunca le dijo que estaba involucrado en la Coordinadora Arauco Malleco?

-No, Pablo siempre venía a verme, estábamos en constante comunicación, me decía que él estaba allá, que estaba bien, que a veces estaba en diferentes lugares. No me daba mayores detalles de dónde estaba o qué es lo que estaba haciendo. Simplemente que él estaba ayudando, que araba, que hacía todas las labores que se realizan en el campo. Y claro, no tenía como un detalle claro de por dónde andaba. Siempre me decía: “no, estoy por acá mamá, estoy bien, no te preocupes”.

-¿Qué pasó con usted cuando se entera que su hijo pertenecía a una organización que muchos han denominado como terrorista o que está involucrada en hechos violentos en la Macrozona Sur?

-La verdad es que por la forma que tenía Pablo no me llamó mucho la atención, porque Pablo siempre fue un luchador de las causas sociales, no le gustaban las injusticias, y yo creo que en la Coordinadora encontró como la forma de luchar contra todo eso que él repudiaba. Quizás, claro, para algunos no es la mejor forma, pero yo conocía a mi hijo y sabía que él no iba a hacer nada que fuera en contra de sus principios, que no mataría a nadie, simplemente luchar por lo que era justo.

-¿Cómo lo presentan los líderes y sus compañeros de la CAM?

-Bueno, mi hijo para mí siempre ha sido un orgullo como hijo, como persona. Para ellos era un buen chico, era un buen joven, muy cooperador, muy humilde, muy servicial, un buen luchador. Siempre escuché puras cosas lindas de él y aún sigo escuchándolo de la forma en que la gente se expresa de él.

-¿Lo llamaron waichafe de la organización?

-Claro, sí, lo llamaron waichafe, así lo reivindicaron. Y no me llama la atención porque Pablo siempre quiso ser el mejor en todo, siempre se destacó en cada cosa que él hacía.

-¿Y usted no le reprocha nada a Pablo o quedó molesta porque nunca le contó que pertenecía a esta organización?

-No, no tengo nada de qué reprocharle. Entendí todo lo que él buscó ahí, entendí su necesidad que tenía de luchar contra todas esas injusticias que hay en ese lugar. Reprocharle quizás que no me haya dicho en su totalidad lo que él hacía, pero también entendí que él por una parte trataba de cuidarnos como familia y él sabía que quizás eso a mí me iba a preocupar mucho porque obviamente él estaba exponiendo su vida en eso.

-¿Y usted como madre también legitima esa lucha?

-Bueno, yo entiendo que hay mucha injusticia en la zona de La Araucanía, sobre todo para las comunidades. En cuanto a los territorios, se les ha quitado mucho, ellos viven en una pobreza que no es justa. Y sí estoy de acuerdo en que se luche por los territorios, que se les devuelva lo que les pertenece. Quizás hay diferentes tipos de organizaciones, diferentes formas, no puedo hablar de todas porque no las conozco.

-¿Quién es el responsable de la muerte de su hijo Pablo?

-Para mí, los responsables material son los Carabineros y ellos son los responsables de la muerte de mi hijo. No puedo decir si la CAM está involucrada en esto, porque eso es materia de investigación. No tengo mayor información sobre eso, pero sé claramente quién asesinó a mi hijo.

-¿Por qué los restos de Pablo son sepultados en un terreno que hoy día está siendo reivindicado por la CAM?

-Cuando Pablo me visitaba para la casa, en la última ocasión que él vino, me planteó ese tema de que si en caso de que a él le pasara algo, quería que yo lo dejara en esa zona. No me dijo cuál específicamente, pero sí me dijo que me iban a decir dónde. En ese minuto yo le dije que no, porque le di una serie de explicaciones, por qué no, y él las entendió. Me dijo, “sí mamá, tienes razón, ahí te dejo a ti la decisión”. Al momento de que yo llego allá, muchas personas se me acercaron para hablar sobre ese tema, de dónde dejarlo, y me plantearon en Pidenco, que está allá en Lumaco.

Yo no conocía el lugar, no sabía dónde. En el momento que llegamos allá, yo pregunté, bueno, me explicaron que era un lugar que había sido recuperado, etc., etc., y yo le pregunté a las personas del lugar que si había unos papeles en caso de que entraran y sacaran el cuerpo. En ese minuto se me dijo que sí, que los papeles estaban, que había unos papeles desde la forestal que habían hecho.

Entonces quedé más tranquila de que en algún minuto, si eso pasaba para otro lado, iban a aparecer esos documentos. Bueno, yo accedí a dejar el cuerpo de mi hijo allá porque entendí igual que era lo que él quería.

-¿Por qué usted solicita la exhumación de los restos de su hijo?

-La exhumación se solicita porque hay muchas irregularidades en el caso. Nosotros como familia llevamos tres años en esta búsqueda. Hay un informe que salió del Servicio Médico Legal que dice que Pablo tiene un tiro en la cabeza que es el único que le provoca la muerte. La verdad que allí surgieron varias dudas con esa tesis, porque muchos dijeron que Pablo tenía más disparos, no solamente uno.

Empezamos a hacer una investigación, contratamos un perito para que
hiciera un informe, que hizo un informe con las fotos que había del
Servicio Médico Legal, y él concluye que Pablo tenía más de un disparo.
Y que el que le provocó la muerte era diferente a los que tenía en su
cuerpo. Nosotros presentamos ese informe a Fiscalía, y ante todas esas
dudas pedimos la exhumación. Y Fiscalía accedió a la petición y un juez
autorizó la exhumación.

-¿Qué pasó el día en que van al lugar donde están los restos de su hijo en Lumaco?

-Esto ya estaba conversado con la gente del lof, desde un principio dije que yo iba a seguir hasta el final con esta investigación. Que yo necesitaba la verdad sobre lo que pasó ese día con mi hijo frente a todas las contradicciones que había por su muerte. Y ellos accedieron, dijeron que me iban a apoyar. Desde la Coordinadora igual tuve el apoyo de Héctor.

-¿Héctor Llaitul?

-Sí, me dijo que me iba a apoyar. Ellos, claro, no creen en la justicia chilena, pero igual él accedió a que sí me iba a cooperar, que iba a acceder porque era justo encontrar la verdad y justicia sobre Pablo. Yo les iba comentando todo lo que iba haciendo en la investigación, hasta que llegó el punto en que les digo que está la petición de exhumación. Ellos me decían que sí, que accedían, que no se iban a interponer.

-¿Ese día que ustedes van a este predio en Lumaco era para exhumar los restos de su hijo?

-No, ese día se iba a hacer un informe de factibilidad del lugar para posteriormente, otro día, ir a hacer la exhumación. Eso también lo expliqué.

-¿Y qué fue lo que pasó?

Y llegamos allá y ellas estaban interponiéndose en la entrada. Les pregunto por qué, qué pasó y me dicen que el lof, la coordinadora, sus compañeros, no quieren que saquen el cuerpo de Pablo y que se realice la exhumación. Bueno, entramos ahí en una discusión verbal con ellas porque esto ya había estado hablado, como decía.

-¿Fue muy tenso ese momento?

-La verdad que fue bien molesto, fue bien desagradable porque igual llevamos tres años y ya había una relación buena con ellas, no había ninguna discordia. Entonces fue como bien tenso, amargo para mí porque yo no me explicaba por qué me estaban haciendo eso cuando ya estaba todo hablado, no me explicaba por qué le estaban haciendo eso a Pablo. Yo quise volver a ver a Pablo porque en esa discusión me dijeron que solamente yo podía subir a ver a Pablo y tampoco pude porque el camino estaba cortado con árboles.

-¿Y qué sensación le deja lo que ocurrió?

-En ese minuto yo estaba muy desilusionada, muy triste, con mucha rabia, con mucha pena, porque finalmente son tres años de dolor, de angustia sobre lo que pasó con mi hijo. Sin saber, sin tener como una claridad de lo que sucedió ese día porque nadie desde la coordinadora ha sido capaz de decirme qué fue lo que pasó ese día. Luego de ocurrido los incidentes en la pericia de la factibilidad, nadie me ha llamado, nadie, no he tenido ningún contacto ni con el lof ni con la coordinadora. Se rompieron esas relaciones simplemente.

-¿No tiene garantías de seguridad?

-No sé si las tendría, no quiero tener un minuto tenso con ellas tampoco porque ya los tuve en ese minuto. Entonces, necesito que a mi hijo lo saquen del lugar para poder ir a visitarlo, porque no puedo ahora ir a visitarlo con la tranquilidad que iba. Porque yo iba a verlo, estaba con él y ahora no puedo, no puedo.

-¿Y nunca tuvo un problema cuando fue a visitar a su hijo?

-Nunca tuve ningún problema porque había una buena comunicación, porque como les decía se estaba hablando sobre lo que yo estaba haciendo y todas esas cosas. Nunca hubo como un no; claro, ellos lo compartían con el hecho de que por su forma, por su espiritualidad, de que se sacara el cuerpo, pero entendían lo que yo estaba buscando, o sea, eso era lo que me decían.

-¿Cambió después de este hecho la percepción que usted tiene de la CAM?

-No, yo quiero dejar en claro que la lucha para mí sigue siendo válida, porque era por lo que luchaba mi hijo. Quizás no todos los que participan en esta lucha llevan como los ideales y la convicción que llevaba mi hijo.

Y es claro que cambia, porque siento que ellos no están respetando la justicia de mi hijo. Siento que para el lado de sus presos sí tiene que haber justicia, pero para Pablo no. Entonces ahí yo no entiendo cuál es la percepción de ellos sobre creer o no en las instituciones que ellos tanto se reniegan a creer.

-¿Y hoy qué es la CAM para usted?

-Es una organización que lucha por los derechos, por el territorio de los mapuches, simplemente eso.

-¿Pero quién falló aquí porque usted me dijo que el líder de la CAM se había comprometido con ustedes?

-Sí, claro, sí. Por eso es que yo digo que no he tenido una explicación desde la
coordinadora
. Nadie se me ha acercado a decirme pasó esto, pasó esto otro. Entiendo que no todos quizás están de acuerdo en esa decisión que tomaron.

No entiendo por qué sus compañeros se niegan a que yo busque justicia y verdad por Pablo. No lo puedo entender hasta ahora. O sea, si me explicaran qué pasó quizás podría entender, pero hasta ahora yo no he tenido nada, ninguna respuesta sobre lo que pasó.

-¿Cambió su imagen también respecto a Héctor Llaitul?

-Claro que sí. No creo que sea tan cierto lo que él dice sobre creer en la justicia o no en los poderes de la justicia. Si por un lado, como les decía, los presos exigen juicios justos y por otro lado no avalan lo que yo estoy
haciendo, entonces no es real su discurso.

-¿Y qué esperaría usted que ocurriera?

-Yo espero que accedan a que las entidades que corresponden ahora saquen el cuerpo de mi hijo y se pueda hacer la autopsia y se pueda realizar todo lo que tiene que hacerse con el cuerpo y se llegue a la verdad de lo que pasó con mi hijo.

-¿Se da una situación bastante extraña en el caso de su hijo, porque hoy día la organización a la cual él perteneció lo tiene entre comillas “secuestrado” en un predio?

-Sí, mirándolo de esa forma, sí, yo no puedo entrar. Bueno, no es que me dijeran, no, usted no puede entrar, pero en esta circunstancia y lo que pasó, yo no quiero ir. No quiero encontrarme con nadie, no quiero volver a explicar todo lo que venía haciendo. Entonces, no tengo esa accesibilidad para llegar y decir tengo que ver a mi hijo.

-¿Cuándo fue la última vez que visitó la tumba de su hijo?

-La última vez que fui fue para el aniversario de los tres años, que fue el 9 de julio. Esa fue la última vez que yo fui.

-¿Cómo la ha golpeado esta situación de su hijo?

-Mal, mal, mal, porque, como le decía, estoy muy desilusionada de esa gente del lof y de parte de la coordinadora. Y lo único que quiero en este minuto es que se realice la exhumación y llegar a la verdad de la importancia que tiene que se llegue a la verdad de lo que pasó ese día con mi hijo. O sea, yo puedo pensar muchas cosas de la coordinadora, porque si en un minuto reivindican a mi hijo como “waichafe”, el guerrero, dan a conocer todas sus cualidades y por otro lado no me dan accesibilidad para buscar justicia, quién los entiende.

Y finalmente, cuando yo hago todo para que se pueda encontrar algo de
verdad y justicia, me lo impiden. Entonces yo puedo pensar muchas
cosas, que están escondiendo algo, que algo hay detrás de todo lo que
no quieren que se sepa. Me puedo imaginar muchas cosas, eso rompe
un poco lo que yo tenía pensado sobre las personas que llevan esta
organización.

-¿Se siente traicionada?

Claro que sí.

-¿Por qué se siente traicionada?

-Porque es un trabajo de tres años que no ha sido fácil, no ha sido fácil. Ha sido muy doloroso para la familia y es un trabajo que no es solamente mío. Hay mucha gente que está detrás mío, gente que ha cooperado en esta lucha, gente que ha aportado monetariamente, gente que ha ido a las tocatas.

Entonces hay mucha gente que está detrás, que quiere saber lo que pasó con mi hijo. Siento que no se puede, o sea, no se debe echar por la borda un trabajo que ha sido muy doloroso, muy triste para nosotros como familia y yo necesito la verdad de lo que pasó con mi hijo.

-Hay un audio que salió en los medios de comunicación donde Héctor Llaitul se refiere a su hijo de mala forma ¿Qué apreciación tiene usted como madre respecto a ese audio?

-Bueno, en un principio yo lo vi como en un contexto de, claro, pertenece a una organización donde obviamente tiene que haber un orden, tiene que haber como una jerarquía, por llamarlo así. En este minuto, ahora ya no lo veo tan así, porque siento que hay muchas cosas que no se han dicho, que no se han explicado. Nunca se explicó lo que pasó con ese audio, nunca se explicó el contexto real de ese audio y la verdad que sigo sin la respuesta que debería tener a tres años de que Pablo falleciera.

-¿Aparecen más sospechas?

-No, simplemente se enreda todo más. Se enreda todo. Está el cuestionamiento de que si ellos realmente apreciaban a Pablo como lo decían, y no estoy hablando de toda la gente. Entonces quedan todas esas dudas, pues si era tan evidente el cariño que les tenía o simplemente lo estaban utilizando de alguna forma.

-¿Y usted siente que su hijo fue utilizado?

-En este minuto yo siento que la imagen de mi hijo está siendo utilizada.

-¿De qué forma?

-La verdad que no lo sé, no lo tengo como tan claro en este minuto, pero siento que el hecho de que la coordinadora esté en boca de todos por lo que está pasando con mi hijo, siento que políticamente está siendo utilizado por la CAM.

-¿Para tener figuración pública?

-De forma política, claro, sí.

-¿Es como que la coordinadora está utilizando hoy día los restos de su hijo como un botín para figurar políticamente?

-Es que como le digo, no sé el fondo de por qué están haciendo esto, es muy confuso y creo que, claro, finalmente lo están haciendo con un fin político. No veo otra finalidad porque si en un minuto se me dice, sí, es válido lo que usted está haciendo, aceptamos, es justo que Pablo tenga justicia y tenga verdad y por otro lado se me impide, entonces no entiendo cuál es su finalidad.

-Con la condena de Héctor Llaitul, más lo que ha ocurrido con su hijo, ¿qué imagen tiene usted del líder o ex líder de la CAM?

-La verdad es que no quiero referirme a él en este minuto.

-¿Lo visitó en la cárcel?

-Sí, yo lo visité muchas veces.

-¿Cuántas veces?

-Bueno, desde que entró, no sé, 5, 6 veces. Durante todo este tiempo que ha estado ahí.

-¿Y después no lo ha vuelto a visitar?

-No.

-¿Desde cuándo que lo dejó de visitar?

-Ya hace rato, hace rato.

-¿Y por qué no lo ha ido a visitar nuevamente?

-La verdad es que no he podido y hay cosas que yo no acepto, cosas que yo no comparto y la verdad es que en este minuto lo único que me importa a mí es enfocarme en la justicia para mi hijo.

-¿Se ha sentido apoyada por las autoridades, Miriam?

-La verdad es que yo nunca me he sentido apoyada por ninguna autoridad. Este trabajo que yo llevo ha sido a base de ayuda de la gente, de amigos de Pablo. Y he tratado de llevar todo como tiene que ser, en base a las leyes, estoy con una abogada y entonces no he sentido ese apoyo de parte de la autoridad. De hecho, esto debería haberse ya realizado, ya llevamos tres años buscando justicia y verdad, entonces siento que ha pasado mucho tiempo.

-¿Y cree que esto pasa porque su hijo era miembro de esta organización radical?

-Puede ser, puede ser también. Siempre ha habido una estigmatización en cuanto a la lucha de los mapuche y siempre en sus casos que han habido de asesinato se han demorado mucho en esclarecer los casos. No entiendo porqué, siento que ahí está todo el poder de las forestales, intereses que hay detrás. Creo que es por eso.

-Si usted pudiera volver atrás en el tiempo y su hijo le contara que quiere ingresar a la CAM ¿Usted lo dejaría participar?

-Yo creo que no dependería de mí porque Pablo ya era un hombre grande, tomaba sus propias decisiones. Claro, obviamente que le diría los riesgos que iba a correr, me opondría claramente porque va a exponer su vida y todo, pero llega un punto en que los hijos toman sus propias decisiones y ahí uno o los apoya o los trata de decir lo que es bueno o lo que es malo.

-Pero con todo lo que hoy día conoce, por ejemplo, de la Coordinadora Arauco Malleco, ¿usted dejaría que otro de sus hijos perteneciera a esta organización?

-No, no.

-¿Por qué?

-No voy a exponer a mi hijo, no me gustaría exponer a otro de mis hijos a que muera. No, no lo expondría. No, con todo lo que yo he pasado, con todo lo que yo he sufrido, no. Obviamente que no me gustaría volver a vivir lo que he vivido nuevamente porque ha sido muy doloroso.

-¿Usted legitima esa lucha armada que ha dado la CAM?

-No, yo nunca me percaté si Pablo tomaba un arma o no. Nunca vi eso. Ahora, legitimar, bueno, hay diferentes formas de luchar. Si hablamos de terrorismo, hay diferentes formas de terrorismo, tanto del Estado como de otras organizaciones. No me quiero referir a ese tema, porque yo no pertenezco a ninguna. No sé cómo funcionan, no pertenezco a la CAM, no pertenezco a ninguna organización, no sé más allá sobre ese tema.

-Usted habla de terrorismo y efectivamente hay grupos de derecha principalmente y otras organizaciones que han dicho que la CAM es una entidad terrorista. ¿Para usted la CAM es una organización terrorista?

-No.

-¿Por qué no?

-Porque la CAM no mata a nadie. Hasta este minuto no ha salido ningún comunicado que diga que la CAM asesinó a tal persona. Ellos siempre han dicho que han luchado, están en contra del capitalismo, de todo lo que los tiene a los mapuches en pobreza, van a reivindicar tierras. En ningún minuto ha salido de que están matando a alguien.

-Usted habló de la utilización política de lo que está pasando con los restos de su hijo, Pablo Marchant. ¿Siente que la CAM utiliza a jóvenes como su hijo?

-Ya no quiero generalizar, pero yo no sé los contextos anteriores, no tengo ningún conocimiento de eso. Yo solamente me puedo referir a lo que pasó con mi hijo, que yo siento en este minuto que está siendo utilizado políticamente, pero no sé en qué contexto más quieren llevarlo. Por eso ya todo es materia de investigación todavía. Mientras no se saque el cuerpo de mi hijo no se va a saber qué es lo que pasó.

-Señora Miriam, si se llegara a sacar el cuerpo de su hijo de ese lugar para realizar esta nueva autopsia, ¿usted lo va a retornar a ese lugar o lo va a dejar en otro cementerio?

-Es que en esta circunstancia no podría volver a ese lugar ¿Qué seguridad tengo yo ahora en este minuto? No tengo ninguna seguridad ni para mí, ni la tranquilidad que yo tenía anteriormente de que mi hijo esté ahí.

-O sea, usted está pensando en dejar a su hijo en un cementerio,
en otro lugar.

-Claro que sí, porque yo siento que mi hijo tiene que descansar, tiene que descansar en paz, y yo también tengo la necesidad en este minuto de visitar a mi hijo tranquilamente, de poder estar con él tranquilamente en su lugar de descanso. Y yo quiero dejar a mi hijo tranquilo de todo esto, porque siento que él no está descansando.

-¿Ha recibido amenazas, señora Miriam, usted o su familia?

-No, yo no he tenido ninguna llamada de nadie, nadie me ha comunicado nada, nadie me ha pedido explicaciones, ni me ha dado explicaciones, nada, nada.

-¿Qué le pediría usted hoy día a la justicia como madre de Pablo Marchant?

-Como madre de Pablo Marchant, bueno, de mi hijo, yo necesito que se realicen las pericias que ya fueron coordinadas, que ya hay una orden de un juez que accedió a la petición de exhumación, y necesito que se realicen para poder llegar a la verdad. Tenemos un perito que ya está contratado para que esté en la exhumación y en la autopsia, entonces necesito que se realicen esas pericias y se pueda llegar a la verdad de lo que pasó con mi hijo ese día.

Madre de Pablo Marchan con mensaje para la CAM
Miriam
Gutiérrez Vergara, madre de Pablo Marchant, con fotos de su hijo | Roberto Neira (RBB)

-¿Tiene temor que los restos de su hijo sean sacados por otras personas de ese lugar?

-No, aparte de las personas que están ahí, no creo que pase eso. Yo lo que necesito en este momento es que lo saquen y se pueda realizar la autopsia, para llegar pronto a esclarecer esto que ha sido muy doloroso y muy triste para nosotros como familia.

-Señora Miriam, en el mismo contexto hay tres carabineros asesinados también en Cañete, y curiosamente los autores son personas muy jóvenes. ¿Cómo recibe usted como madre de Pablo esta información, estos antecedentes?

-Bueno, la verdad es que es muy lamentable, no solamente ha muerto gente por esa zona, sino que por muchas partes. Lo que está pasando en el país es muy triste, hay un desorden total. La verdad es que no puedo referirme a temas que no…

-Pero son jóvenes que también pertenecen a organizaciones radicales, digamos.

-No he leído sobre esa investigación, no estoy diciendo que estoy avalando eso, al contrario. Pero no manejo el tema ese, eso le corresponde a las autoridades y si tienen que castigar o hacer lo que sea con esas personas, tienen que hacerla. Obviamente, porque yo no avalo ninguna muerte del lado de que sea, no la avalo, por ningún motivo.

-La Fiscalía no ha formalizado todavía a estas dos personas que están siendo investigadas por la muerte de su hijo. ¿Qué le parece eso?

-Mal, mal. Los dos carabineros que están implicados aún no se han
formalizado
, de hecho están en una zona lejana a la que pertenecían, con un mejor sueldo. O sea, eso significa que matar a una persona les va a asegurar un mejor sueldo y estabilidad, no me parece.

-¿Cuál es la situación o cuál es la sensación que tiene usted como madre respecto a lo que está pasando hoy día con los restos de su hijo que no dejan que sean sacados de ese lugar?

-Bueno, en este minuto, claro, es muy complejo el tema porque no dejaron entrar, no dejaron hacer esa pericia de factibilidad, que es muy importante para que se pueda realizar la exhumación y se pueda hacer la autopsia para poder llegar a la verdad de lo que pasó y esclarecer la muerte de mi hijo. Y yo como madre, necesito de que las autoridades y la Fiscalía realicen esta diligencia para que puedan sacar los restos de mi hijo y se pueda hacer. Y si se llega a ratificar de que mi hijo fue ejecutado y posteriormente se haga un juicio con las personas que están implicadas, se pueda formalizar y necesito de que saquen el cuerpo y que se realice pronto esa diligencia.

Madre de Pablo Marchant y su petición para la CAM

-¿Y cuál sería su petición para la CAM?

-Que accedan a la petición que estoy realizando, que entiendan que necesito justicia para mi hijo, que yo necesito verdad y que Pablo fue un integrante de su coordinadora y así como todos los que están ahí y los que están en la cárcel necesitan justicia, mi hijo también la necesita porque así como me dijeron que no era justo que mi hijo haya sido asesinado de esa forma, también es justo que se busque la verdad de lo que pasó ese día. Necesito que accedan a sacar el cuerpo de mi hijo para que se realice la autopsia.

Bueno, como en ese día se me dijo que la coordinadora, las ORT y la comunidad de Pidenco estaban en contra de la exhumación, bueno, yo les pido como madre de Pablo que accedan a sacar el cuerpo de mi hijo porque él merece la verdad y justicia ante su asesinato. Así que eso, eso es lo que les pido encarecidamente. Así como se me dijo en una oportunidad que no iban a interferir, entonces que hagan lo que prometieron.

Ellos ahora hablan de espiritualidad y todas esas cosas por un tema espiritual, pero si ellos no querían desde un minuto sacar el cuerpo, tenían que haberme informado de eso, tenían que haberme lo dicho desde un primer minuto: “¿Sabe qué? Estamos en desacuerdo en lo que está haciendo, estamos en desacuerdo en que no se haga esto por esto por esto” y hubiésemos buscado quizás otra forma. Siempre les dije que yo iba a llegar hasta el final de lo que pasó con mi hijo, siempre les fui informando de lo que yo iba haciendo, siempre, siempre les fui diciendo todas las cosas que yo iba haciendo.

-¿Y sus prioridades cuáles son?

-Recuperar el cuerpo de mi hijo para que se realice la autopsia, para que se llegue a la verdad y se haga un juicio de lo que pasó con mi hijo, que se formalicen a las personas que están implicadas en el asesinato de mi hijo y que mi hijo pueda tener un descanso y yo pueda poder visitarlo tranquilamente.