Esta mañana fueron expulsadas de Chile 44 personas extranjeras en un avión de la FACH con destino a Colombia, Bolivia y Ecuador.
Del total de expulsiones materializadas, 24 corresponden a judiciales y 20 a administrativas, dictadas por el Servicio Nacional de Migraciones (Sermig).
En ese sentido, desde el gobierno enfatizan en que se prioriza la expulsión de las personas que representan una amenaza para la seguridad del país y que han cometido diversos delitos.
Entre ellos cuenta homicidio, abuso sexual, robo con intimidación, robo con violencia, robo por sorpresa, porte ilegal de armas, entre otros.
Expulsiones
Durante este año, se han expulsado del país a 768 personas principalmente en vuelos charters y vuelos comerciales.
Del total, 433 son expulsiones administrativas, cifra superior al total de expulsiones anuales de los años 2018, 2020, 2021, 2022 y 2023. A su vez, en lo que va de año se han materializado 335 expulsiones judiciales.
Como se ha señalado anteriormente, la cantidad de expulsiones judiciales se ha reducido respecto a años anteriores debido al cambio en la legislación vigente, que desde 2022 impide acceder a la pena sustitutiva de expulsión a personas condenadas por delitos asociados al tráfico de drogas.
El Gobierno presentó un proyecto de ley para expulsar a las personas condenadas por este delito y reducir el hacinamiento en las cárceles, sin embargo, un sector de la oposición en el Senado se opone a aprobarlo.
El director del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer, destacó que el servicio está realizando los esfuerzos necesarios para reforzar la normativa de expulsiones y crear mecanismos de control para aquellas personas que están con orden de expulsión vigente.
Al respecto, Thayer comentó que “a la fecha, las expulsiones administrativas, que son las decretadas por Sermig, ya alcanzan las 433″.
Agregando que “esto representa un número superior a las expulsiones administrativas de los últimos 4 años y refleja el compromiso de este servicio por expulsar a aquellas personas que representan una amenaza para la seguridad del país”.
A la vez, comentó que el desafío es avanzar en la legislación sobre las expulsiones judiciales “ya que actualmente no es posible expulsar a personas condenadas por delitos de tráfico de drogas”.
“Esta situación ha implicado una disminución significativa de este tipo de expulsiones y, al mismo tiempo, ha agravado el problema de hacinamiento en nuestras cárceles”, cerró.