Como parte del fast track en seguridad, el presidente Gabriel Boric encabezó la promulgación de la ley que reforma el Código Procesal Penal para modernizar el sistema de persecución penal con énfasis en materia de reincidencia.
Si bien se busca endurecer penas y dotar al sistema de justicia de herramientas más eficaces para combatir el crimen organizado, distintos académicos advirtieron que la iniciativa puede contribuir a una problemática que, hace años, afecta: la sobrepoblación penal.
Con la finalidad de hacer efectiva la reforma, el proyecto incorpora una norma que agrava las penas a condenados reincidentes. En concreto, se excluye el grado mínimo de la pena asignada al delito en caso que aplique.
La advertencia de sobrepoblación penal
El profesor de Derecho Penal de la Universidad Finis Terrae, Jorge Fiol, explicó que “al existir disposiciones legales que permitirán aumentar la pena en concreto para personas reincidentes, aquello implicará mayor posibilidad de una sanción efectiva para dicha persona”.
Esto, “implicará necesariamente un incremento de la población penal, ya sea personas que estén privadas de libertad en calidad de imputados como personas que entren a cumplir condena privativa de libertad”.
“Y como hemos visto previamente, nuestro sistema penitenciario se encuentra colapsado y estará mas colapsado si tiene un fuerte incremento de personas al interior de sus dependencias”, complementó.
En la misma línea, el abogado y académico la Universidad Central, Hugo Muñoz, sostuvo que resulta evidente que “por un tema estricto de estadística y de aplicación de las sanciones, va a generar un aumento en la población penal”.
“Por lo tanto, si hoy el sistema penal ya está colapsado (…) vamos a tener un problema de contenido social porque las personas detenidas, privadas de libertad y condenadas, también tienen Derechos Humanos”, añadió.
Finalmente, el docente de la Facultad de Derecho de la Universidad del Desarrollo, Diego Muñoz, coincidió que el aumento de penas para los reincidentes generará si o sí un aumento de la población penal.
“Nuestro sistema penitenciario está no solo sobre-exigido, sino que lleva años en una capacidad superior a la estimada (…) esto también conlleva una dificultad mayor para ver dónde se localizan las nuevas personas que queden privadas de libertad”, advirtió.
De esta manera, el académico concluyó que “la población penal sólo va a seguir aumentando y la infraestructura para ello no lo ha hecho (…) es necesario tener en consideración, con ello, un plan que establezca no solo un aumento de la infraestructura para los recintos penitenciarios”.
“La población penal sólo va a seguir aumentando y la infraestructura para ello no lo ha hecho (…) es necesario tener en consideración, con ello, un plan que establezca no solo un aumento de la infraestructura para los recintos penitenciarios”, cerró.