El embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, asistió el pasado martes al segundo día de la Convención Nacional del Partido Demócrata, que se está desarrollando en Chicago, Illinois, y que formalizará la candidatura presidencial de Kamala Harris.

En su cuenta de X, el representante chileno comentó sentirse “honrado” de haber sido invitado a la Convención, la que calificó como “un encuentro de mirada al futuro” y “un acto revitalizador de la democracia de los Estados Unidos”.

El excanciller también señaló que las intervenciones de las figuras de dicho partido fueron “extraordinarias”, y constituyeron “la deliberación democrática en su máxima expresión”.

Además, Valdés dijo que Kamala Harris y Alexandria Ocacio Cortez tienen un “carisma inigualable”, y al presidente Joe Biden lo calificó como un “viejo digno”, quien “confiesa errores pero declara una vida de amor por su gente”.

“Muy bien inicio” y con “energía a todo watt (sic)!”, sentenció el embajador chileno en Washington.

Alfonso Silva, exembajador en ese país durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, aunque personalmente prefiere “evitar” emitir juicios públicos sobre política doméstica, si es que se hace, advirtió que “se debe ser cuidadoso” para luego no vivir “malas experiencias”, si el candidato que se apoya “pierde la elección”.

Para Silva, esto último “es una apuesta más propia de un político que de un embajador”.

En cambio, Mariano Fernández, exembajador en Washington durante la segunda administración de Michelle Bachelet, dijo que no tiene “nada especial que decir” sobre las declaraciones de Juan Gabriel Valdés.

Esto, porque, en su opinión, “no se está emitiendo ningún juicio sobre política doméstica” de Estados Unidos, sino que “simplemente” se está “celebrando la calidad de los discursos de los participantes”.

Más crítico fue el excanciller del segundo gobierno de Sebastián Piñera, Roberto Ampuero, quien calificó las declaraciones de Valdés como un “error diplomático”, ya que a los “embajadores no les corresponde entrometerse en los asuntos internos de los países donde están acreditados, y menos abanderizarse en campañas presidenciales”.

Tanto Alfonso Silva como Mariano Fernández explicaron que se acostumbra en Estados Unidos que los partidos Demócrata y Republicano inviten a los cuerpos diplomáticos a sus convenciones nacionales.