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El Ministerio de Salud fue objeto de críticas transversales en la primera sesión de la Comisión Especial Investigadora de terapias hormonales para niños, niñas y adolescentes trans, debido a la ausencia de evidencia de efectos adversos y la falta de un programa de hormonización. La ministra de Salud, Ximena Aguilera, junto a otras autoridades de salud, comparecieron ante la comisión, donde se cuestionó la carencia de un programa de hormonización para menores de edad. Diputados de oposición expresaron su preocupación por la falta de un registro y la aparente falta de un programa coherente detrás de las intervenciones. Además, se señaló que el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género podría ser una entrada a terapias hormonales. Las críticas también abarcaron la falta de opinión empírica sobre los efectos adversos de los bloqueadores hormonales en niños y adolescentes trans, especialmente aquellos de diez años, donde la opinión de los menores prevalecería sobre la de los padres.

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Críticas transversales recibió el Ministerio de Salud tras la primera sesión de la Comisión Especial Investigadora (CEI) de terapias hormonales para niños, niñas y adolescentes trans, por la ausencia de evidencia de los efectos adversos, así como la falta de un programa de hormonización.

Se trata de una instancia que se conformó en la Cámara Baja, a solicitud de la oposición, para investigar “los antecedentes sobre los actos del Gobierno relacionados con los planes y programas de acompañamiento para personas cuya identidad de género no coincida con su nombre y sexo registral”.

En concreto, consiste en una comisión que investiga los programas por parte del Ministerio de Salud (Minsal), especialmente la entrega de bloqueadores de pubertad a niños, niñas y adolescentes trans.

Justamente, en su primera sesión de este lunes expuso la ministra de Salud, Ximena Aguilera, quien llegó junto a la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, y su par de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado.

Al respecto, el diputado Schalper cuestionó que el Ministerio de Salud no tenga un registro del programa de hormonización para menores de edad.

“El Ministerio reconoce que no existe un programa de hormonización a menores de edad”, fustigó el parlamentario de oposición. “Que no hay un registro, es, evidentemente, una cosa preocupante, por decirlo menos”, añadió.

“Si eso se ha hecho sin que haya un programa de hormonización, evidentemente hay una cosa curiosa, que es que el Sistema Integrado de Salud chileno se puedan hacer intervenciones de manera sistemática en el tiempo sin que haya un programa detrás”, cuestionó Schalper.

“Y que la ministra reconozca que a partir de esa situación están avanzando en lineamientos, a mí me parece una cosa muy preocupante. Ella con mucha sinceridad lo reconoce”, resalta el parlamentario.

Por último, respecto al Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG), el diputado Schalper insistió en sus críticas, acusando de ser una “puerta de entrada” a las terapias hormonales, más que una ayuda.

“Me da la impresión de que a la ministra no le han dado toda la información, porque la información que nosotros manejamos es que el PAIC serían una puerta de entrada a las terapias hormonales”, concluyó.

Mientras, el diputado independiente de la bancada PPD, Héctor Ulloa, quien también integra la Comisión Investigadora del Programa de Acompañamiento de Identidad de Género, también cuestionó los antecedentes que entregó la ministra de Salud, Ximena Aguilera, por las terapias hormonales.

“Si bien el acompañamiento social Psicosocial a niños, niñas y adolescentes, está bien refrendado empíricamente, y así lo señaló la propia ministra Aguilera, ella al mismo tiempo señala que no hay una opinión o evidencia empírica respecto de que el tratamiento del bloqueo hormonal no genere efectos adversos en niños, niñas y adolescentes”, apuntó.

Asimismo, reconoció que “me preocupa bastante que, según los datos que entregó la propia ministra, alrededor de la mitad de los niños y niñas que están utilizando este programa están en el rango de los diez años, es decir, están utilizando ya bloqueadores hormonales”.

En ese sentido, apuntó a que “la opinión que prima hoy día es solamente la de ellos y no necesariamente la de los padres, la que puede quedar sin efecto porque siempre se va a preferir la opinión de los niños”.