Las protestas y los cacerolazos marcan una nueva noche en diversos sectores de la región Metropolitana (RM), donde miles de personas siguen sin suministro eléctrico a siete días del temporal de viento y lluvia. Vecinos de Las Condes, Pudahuel, Quilicura, Lampa, La Reina, entre otras comunas, salieron a las calles exigiendo soluciones urgentes.
Claudio, un vecino de Las Condes, detalló a Radio Bío Bío que “estamos sin luz desde el día que ocurrió el temporal de viento. Enel ha venido al lugar, solo toman fotos y se retiran, no quieren dar la luz. Es injusto porque se nos ha echado a perder la mercadería”.
La frustración de los afectados se ve exacerbada por la percepción de desigualdad en la respuesta de las autoridades. “Si estuvieran acá, miran hacia arriba, en los cerros donde vive la alcaldesa y tiene luz, y nosotros no tenemos luz”, señaló Claudio.
Las manifestaciones en Las Condes no son las únicas. Jaime, otro auditor de La Radio desde Pudahuel, describió una situación similar. “Estamos sin luz. Tenemos una manifestación de los vecinos ya cansados. Sin solución. La gente se cansó y salió a protestar.”
En Pudahuel, alrededor de 300 personas se congregaron en la Avenida Los Mares con Américo Vespucio, exigiendo respuestas. “Lo único que hemos tenido es la información en la página de Enel, pero como no hubo respuesta, la gente se cansó y salió“, agregó Jaime.
La respuesta de Enel es calificada como lenta y negligente por muchos afectados. El número de afectados es significativo. “Aquí por lo menos son unas 500 casas que no tienen luz”, mencionó Claudio. “Nunca hubo un pestañazo, nada”, cerró.
Las protestas continúan, con vecinos encendiendo barricadas para visibilizar su situación. De acuerdo con los reportes, las manifestaciones son pacíficas, pero la frustración es palpable. “Si aquí viviera un diputado, un senador, un ministro, la luz habría llegado al tiro. Como no vive nadie importante, les da lo mismo”, criticó Claudio, en conversación con Radio Bío Bío.
La situación se agudiza con cada día que pasa sin suministro eléctrico, y la paciencia de los vecinos se agota.