Los diputados Johannes Kaiser (IND) y Agustín Romero (Republicanos) no dieron la unanimidad para que la hija de dos años de Camila Rojas (FA) ingresara a la sala de la Cámara. "Yo creo que es una actitud bien miserable", acusó la parlamentaria afectada.

Una polémica situación se vivió este jueves en la sala de la Cámara, cuando no se dio la unanimidad para que la diputada Camila Rojas (FA) pudiera ingresar con su hija de dos años.

Cuando Andrés Celis (RN) intervenía por la situación que ocurre en las dunas de Concón, el diputado Johannes Kaiser (IND) pidió un punto de reglamento por la presencia de la menor. En ese contexto, Eric Aedo (DC), quien presidía la sala en aquel entonces, consultó al secretario de la corporación los pasos a seguir.

Este último recordó que sólo los diputados pueden permanecer en la sala y, en caso de querer invitar a alguien, se debe contar con la unanimidad. “De hecho, no puede entrar ni siquiera el presidente de otro país si no se autoriza”, señaló.

Actos seguido, Aedo pidió la unanimidad para que la hija de Rojas pudiera permanecer en aquel espacio, pero Kaiser y Agustín Romero (Republicanos) no la dieron.

“Hoy vine con mi hija y mi idea no era tenerla en la sala, pero en un momento entró. (…) Dos diputados no dieron la unanimidad y yo creo que es una actitud bien miserable, porque en distintas ocasiones personas nos vemos necesitados de entrar con nuestros hijos al trabajo”, sostuvo la diputada Rojas.

Defienden a Camila Rojas por situación de su hija

La situación también generó otras reacciones en la Cámara. Por ejemplo, la diputada Erika Olivera (Demócratas) pidió que el Congreso tenga una guardería para los menores que acompañan a sus padres a trabajar.

“Creo que este Congreso tiene que ponerse en la actitud de buscar las mejoras de infraestructura para esos padres y madres que tienen que venir con sus hijos y los puedan dejar resguardados”, expresó.

Por su parte, Lorena Pizarro (PC) indicó que el reglamento de la Cámara tiene que respetarse, pero que “el límite es cuando esa regla violenta. Me parece extremadamente violento que una guagüita tenga que salir de esta sala, y no estar cerca de su mamá, porque lo dice un reglamento que no afecta en nada el funcionamiento de esta sala”.

“Si yo hubiese estado con una de mis hijas acá, no hubiese salido de la sala, aunque se hubiera tenido que interrumpir la sesión”, agregó.