Esta semana será crucial para el avance de la reforma de pensiones en el Senado. La comisión del Trabajo volverá a revisar una de las promesas más relevantes del presidente Gabriel Boric, la cual no ha tenido avances significativos desde que fue despachada por la Cámara el pasado 24 de enero. La presión de las municipales y la guerra de declaraciones entre La Moneda y la oposición ponen en duda un rápido trámite de la iniciativa.

Para este miércoles está agendada la próxima sesión de la comisión del Trabajo del Senado, instancia que buscará destrabar la reforma de pensiones antes de las elecciones de octubre.

La mesa, conformada por cinco parlamentarios, tiene mayoría opositora: Iván Moreira (UDI), Rodrigo Galilea (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli) superan en número a Gastón Saavedra (PC) y Alejandra Sepúlveda (IND).

Moreira, quien preside la comisión desde el pasado 20 de marzo, se encuentra con licencia médica hasta fines de julio. Por ello, el partido deberá nombrar a un reemplazante que, probablemente, será el senador Juan Antonio Coloma.

Desde que salió de la Cámara de Diputados en enero, la reforma de pensiones no ha tenido grandes avances en su segundo trámite legislativo. ¿El problema? Las campañas municipales y regionales podrían tener un impacto en las negociaciones, por lo que el Gobierno busca acelerar su votación.

De hecho, la propia ministra del Trabajo, Jeannette Jara, reconoció que no van a lograr sacar esta propuesta si llegan las elecciones.

Asimismo, la militante comunista subió un cambio y aseguró que las AFP no pueden tener “secuestrado” al país, lo que no dejó contento al gremio ni a la oposición. “Le gusta entrar siempre en la lógica de la lucha de clases”, sentenció el senador Javier Macaya, presidente de la UDI.

6% adicional de pensiones sin destino claro

El 24 de enero se aprobó la reforma de pensiones en la Cámara, aunque los legisladores sepultaron indicaciones claves para el Gobierno.

Entre ellas, rechazaron la distribución del 6% se cotización adicional que presentó el Ministerio del Trabajo tras diversas conversaciones: un 3% para las cuentas de capitalización individual y el 3% restante para un fondo de carácter solidario.

Tampoco se aprobó la idea de crear un Inversor de Pensiones del Estado, aunque sí se reunieron los votos para un autopréstamo de los ahorros previsionales y otra iniciativa que guarda relación con la Pensión Garantizada Universal (PGU).

Tras 19 meses de tramitación en el Congreso, los senadores buscarán llegar a algunos puntos en común para mover la aguja. Por ejemplo, una medida que suena es reducir la cotización adicional a un 5%, aunque su distribución todavía es materia de debate.

La Moneda aseguró que ingresaría una urgencia legislativa para que la reforma se vote esta semana en la comisión del Trabajo, pero la oposición no estaría dispuesta a avanzar con prontitud.

“Cuando el Gobierno nos empuja a votar una mala reforma previsional, que le quita a los chilenos el fruto del esfuerzo de sus trabajos, esas consecuencias no se van a pagar hoy día. Se van a pagar en el futuro, cuando las generaciones de trabajadores chilenos tengan pensiones más bajas”, señaló el senador Javier Macaya, timonel de la UDI.

Por su parte, Rodrigo Galilea (RN), integrante de la mesa encargada de discutir la propuesta del Gobierno, sostuvo en Radio Infinita que esta “pasó al Senado prácticamente sin contenido y el poco contenido quedó inorgánico. Tenemos que llegar a una mínima señal de por dónde van las cosas”.

Desde el oficialismo, el senador Gastón Saavedra (PS) reconoció que son minoría y que deberán ceder en sus ideas. En ese sentido, planteó la opción de un 5% con una fórmula 3-2 (para el pilar contributivo y el seguro social, respectivamente).

“Tenemos una oposición parapetada en una mayoría que tiene en la comisión y en la sala del Senado. Pero cometen un profundo error, porque no están escuchando lo que la ciudadanía quiere”, apuntó.

Municipales presionan tramitación de la reforma

Según Tomás Duval, analista político de la Universidad Autónoma, la oposición no es el único adversario del Gobierno: el reloj también juega en contra.

“El problema es que, mientras más cerca se esté del período electoral, es menor la posibilidad de establecer acuerdos en la materia. Eso conlleva complejidades para el manejo de los tiempos y los contenidos”, indicó el especialista a BioBioChile.

Cabe recordar que este 27 de julio termina el plazo para que los partidos inscriban a su candidatos para las elecciones municipales y regionales, las que se llevarán a cabo el próximo 27 de octubre.

En ese contexto, las colectividades opositoras al gobierno de Gabriel Boric podrían optar por dilatar la discusión para no entregar ventaja a La Moneda.

“Lo que uno percibe es que la derecha busca es tener los resultados electorales en la mano. Si llegaran a ganar las elecciones, van a sentir que es un respaldo social a lo que ellos están haciendo y no van a dar el paso para que haya una pronta legislación”, dijo el senador Gastón Saavedra a este medio.

La conducción de la comisión del Trabajo, que en este minuto está en manos de Iván Moreira (UDI), también podría influir en la velocidad de tramitación. Si bien el parlamentario del PS tilda la gestión de su colega como “dilatoria”, confía en que esto cambie de cara a la próxima sesión.

El partido tiene que reemplazar a Moreira debido a una licencia médica y Saavedra espera que “no obstruya el proceso de votación. No entendería que llegue otra persona a no votar y no legislar. Sería una aberración”.

Aparte del corto lapso que le queda al Gobierno antes de los comicios de octubre, Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política y académico de la Universidad de Talca, expone otros dos factores que influirían en el lento avance de la reforma de pensiones.

“El Gobierno tiene minoría en ambas cámaras. Además, hay una presión por un nuevo retiro de fondos de pensiones que, si bien tiene pocas posibilidades de salir adelante, va a entorpecer el debate”, explicó a BBCL.

El “secuestro” que tendría congeladas las pensiones

Algo que también llama la atención de este proceso es el tono de las declaraciones que se emplea, lo que influiría en las conversaciones que sostiene el Ejecutivo con los parlamentarios de oposición.

En entrevista con el programa Mesa Central de T13, la senadora Paulina Vodanovic, presidenta del PS, descartó que se busque terminar con las AFP en este momento. “Claramente no, no es el momento. Tenemos que entregarles mejores pensiones a los chilenos hoy día”, expresó.

Sin embargo, tanto la ministra vocera de Gobierno, Camilo Vallejo, como la titular del Trabajo, Jeannette Jara, recalcaron que el objetivo de La Moneda es poner la lápida al rol que hoy cumplen las aseguradoras.

En ese sentido, Jara se fue en picada contra el gremio y aseveró en CNN Radio que “no puede ser que el país esté secuestrado por un grupo económico en función de sus intereses exclusivos y no de los pensionados”.

Respecto a aquello, el senador Saavedra manifestó que “tanto la derecha económica como la derecha política se refugian en las mayorías que hoy día tienen en el Congreso. Amparados en esa mayoría, actúan prácticamente sin que nadie les pueda decir nada”.

“También tienen un poder de estrategia comunicacional de amplia cobertura, que hace que permanentemente estén entregando antecedentes que muchas veces no corresponden a la realidad”, añadió.

En la vereda contraria, el gremialista Javier Macaya afirmó que a la militante comunista “le gusta la pelea política de echarle la culpa a los poderosos y entrar siempre en la lógica de la lucha de clases”.

En la misma línea, dijo que la ministra “será responsable, si le quita a los trabajadores el fruto de sus esfuerzos, de que hayan peores pensiones en 20 años más. Nosotros no vamos a ser cómplices”.

Por último, Tomás Duval analiza la frase de Jara y opina que “puede ser vista de dos modos: como una frustración por la lentitud del avance en el Senado o como una estrategia de mostrarse ella con un tono más fuerte y dejar espacio a otro ministro para avanzar”.