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Gremios de pescadores artesanales de las regiones australes muestran preocupación por la Ley Lafkenche, que podría poner en riesgo miles de empleos al dificultar la renovación de concesiones marítimas. La normativa limitaría el uso de costas a comunidades indígenas, lo que podría llevar a administrar 621 mil hectáreas y restringir 325 concesiones salmoneras en Aysén. Pescadores como Pedro de Quellón expresan su inquietud por la afectación a su sustento, mientras dirigentes como Marta Oyarce alertan sobre el crecimiento de solicitudes que complican la actividad pesquera en la zona. Protestas han surgido en Quellón y Ancud para rechazar nuevas solicitudes costeras a comunidades ancestrales.

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Preocupación existe entre los gremios de pescadores artesanales de las regiones australes debido a la entrada en vigencia de la Ley Lafkenche.

Según indican, estaría alterando seriamente su actividad y poniendo en riesgo el trabajo de miles de personas en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

Actualmente, las concesiones de espacios marítimos están venciendo y no se están aprobando nuevas.

A los ojos del gremio salmonero, entre las principales razones están las normativas que impiden el uso de las costas o los posibles destinos de estos espacios a comunidades indígenas a través de la Ley Lafkenche.

Estos grupos, compuestos por aproximadamente 30 personas en total, podrían terminar por administrar 621 mil hectáreas, limitando 325 concesiones salmoneras en la región de Aysén .

Este importante espacio geográfico ha inquietado a pescadores y empresas pesqueras, ya que pone en riesgo la principal fuente de ingreso para la zona.

Pescadores piden rechazar solicitudes

Pedro es buzo y pescador artesanal desde niño y ha vivido toda su vida en Quellón, lugar donde se formó y pudo realizar su trabajo sin problemas, hasta hace un tiempo.

“Siempre como pescadores nos hemos preocupados del medioambiente (…) Cuidamos la fuente de nuestro sustento y nunca la vamos a poner en riesgo”, afirmó.

Pese a estar de acuerdo con el espíritu de la Ley Lafkenche, siente que la manera en que se ha puesto en práctica ha afectado seriamente su trabajo.

Por su parte, Marta Oyarzo, quien también vive en Quellón y es dirigente de la Industria del Salmón hace más de 12 años, lo que se está viviendo ahora es bastante preocupante ya que sólo en su zona hay 56 solicitudes de comunidades, lo que hace casi imposible poder trabajar.

“Esto está pasando en todos los sectores, cada día se están formando más comunidades que están solicitando pescar en sectores productivos. Existen muchos vacíos en la Ley que al final nos afecta a todos”, sostuvo.

Actualmente, cerca de 300 pescadores de las zonas de Quellón y Ancud han protestado pidiendo que se rechacen todas las nuevas solicitudes de espacios costeros marinos a comunidades ancestrales, las que ya se comenzaron a definir desde el 31 de mayo en la Comisión Regional de Uso de Borde Costero.