Tras superar discrepancias, el proyecto de reforma integral del sistema penal se encamina hacia su aprobación final, enfocado en poner fin a la "puerta giratoria" delictual y mejorar la efectividad en la persecución de los reincidentes.
La Sala del Senado, de forma unánime, dio luz verde al informe de la Comisión Mixta conformada por senadores y diputados, resolviendo diferencias clave en la iniciativa que representa un paso significativo en materia de seguridad y reformas legales que llegaría a terminar con la denominada “puerta giratoria” delictual.
El senador Iván Flores (DC), presidente de la Comisión Mixta, destacó la importancia de esta reforma en el contexto de la justicia penal.
“Esta reforma es clave para poner fin a la impunidad y mejorar la efectividad en la persecución penal. No fue fácil arribar a este puerto, solucionar las discrepancias y mantener todas las posturas consideradas (…) Se termina la puerta giratoria, el fiscal estará obligado por ley a investigar y el resultado decidirá“, dijo el Senador.
El proyecto busca implementar un estatuto que optimice la cooperación eficaz; proteja a los actores involucrados en el proceso judicial; y establezca medidas para evitar la liberación de delincuentes sin historial penal.
Debate legislativo de proyecto que pone fin a “puerta giratoria”
Durante el proceso de debate y ajustes, la Comisión Mixta se enfocó en temas fundamentales como el principio de oportunidad, la reformalización de investigaciones penales y la suspensión condicional de la pena, entre otros aspectos detallados en el texto del proyecto.
El senador Flores resaltó que este proyecto representa una de las reformas más trascendentales en el Código Procesal Penal y Código Penal, eliminando la sensación de impunidad y la problemática de la “puerta giratoria” que afecta la efectividad de la justicia penal.
El informe de la Comisión Mixta, aprobado de manera unánime, ahora aguarda su ratificación en la Cámara para ser promulgado como ley de la República, marcando así un nuevo paradigma en la persecución penal y la reducción de la reincidencia delictual.
La cooperación técnica y el diálogo entre las distintas instancias involucradas, incluyendo el Ministerio de Justicia; el Ministerio Público; y la Defensoría, fueron clave para superar las discrepancias y así fortalecer el sistema de justicia penal en Chile.
Este proyecto, parte del primer fast track de Seguridad, promete no solo mejorar las tasas de condena efectiva, sino también reforzar las garantías procesales y los mecanismos de resocialización, manteniendo un equilibrio entre la justicia y la protección de los derechos individuales.