Los diputados Republicanos decidieron presentar una reserva de constitucionalidad en el proyecto de ley que modifica y establece medidas contra la discriminación, denominada “Ley Zamudio” 2.0.
Lo anterior debido a que los parlamentarios consideran que la iniciativa “es un peligro para la libertad de conciencia, expresión y religión, y que atenta contra la igualdad ante la ley, la presunción de inocencia y la patria potestad”.
En este sentido, en el documento los legisladores informaron a la Mesa de la Cámara que la medida tiene su fundamento en “el artículo 19 N° 3 de la Constitución, el cual garantiza a los ciudadanos la igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos y que establece las principales garantías en materia de derecho procesal” y “el artículo 19 N° 4 de la Constitución, el cual garantiza a las personas la protección de su honra”.
“Uno de los principales problemas es la eventual restricción a la libertad de expresión. La ley considera discriminación arbitraria no solo los actos u omisiones concretos, sino que también las preferencias, lo que podría permitir que se demanden opiniones y expresiones personales”, sostuvo el jefe de la Bancada Republicana Stephan Schubert.
En esa línea, el parlamentario agregó que entre otras anomalías la iniciativa “además facilita las demandas al permitir que personas jurídicas sin relación directa con el conflicto puedan interponer acciones en casos de interés colectivo o difuso. También se elimina la multa a quienes demandan sin fundamento, lo que podría entonces incentivar demandas irresponsables”.
“Una norma similar ha sido declarada inconstitucional en el pasado por ser una sanción excesivamente gravosa aplicada a una amplia variedad de conductas que pueden ser consideradas discriminación. Por esto y mucho más, este proyecto de ley debe ser rechazado porque constituye un abierto peligro para la democracia y, sobre todo, para los ciudadanos de a pie”, aseveró Schubert.
Mientras que el diputado Cristián Araya expresó que se trata de “un proyecto que surge del corazón del octubrismo. Es el resultado de que la izquierda más radical le dio rienda suelta a su proyecto totalitario.
“Esperamos que la Cámara de Diputados tenga la sensatez de rechazar este proyecto que atenta contra las libertades más básicas de nuestro ordenamiento jurídico y de nuestra República. Es un proyecto que lo calificamos como aberrante y liberticida”, finalizó.