El fundador de Techo, Felipe Berríos, fue expulsado de la Compañía de Jesús, prohibiéndole además “todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años”.
Recordemos que el exjesuita fue suspendido de sus funciones como sacerdote en mayo del 2022, luego de darse a conocer una denuncia por hechos de connotación sexual.
Berríos se encontraba desde 2014 viviendo en el Campamento Luz Divina, del sector La Chimba de Antofagasta, lugar que debió abandonar tras iniciarse la investigación canónica.
No obstante, luego de siete meses sin ejercer, decidió terminar con la restricción renunciando a la Congregación para volver a vivir al norte del país.
La Compañía de Jesús confirmó la expulsión este viernes a través de una declaración publicada en su página web.
“Luego de un largo proceso canónico, el Padre General de la Compañía de Jesús, tras haber estudiado los antecedentes recopilados, ha decretado la expulsión de Felipe Berríos de la Compañía de Jesús”, indica el texto.
“Al mismo tiempo y con el mandato del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, le ha prohibido el ejercicio público del sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años”, se indica.
Asimismo, desde la organización religiosa enfatizaron que ambas sanciones podrán ser apeladas. “Tanto las víctimas como Felipe Berríos ya fueron notificados de esta decisión”, detallan.
En ese sentido, recuerdan que Felipe Berríos fue denunciado en abril del 2022, lo que dio lugar a la apertura de una investigación previa canónica a cargo de la abogada externa, María Elena Santibáñez.
Esto último, añaden, “confirmó la verosimilitud de hechos de índole sexual, denunciados por siete mujeres, que tenían entre 14 y 23 años cuando ocurrieron”.
“Posteriormente, el P. General instruyó la apertura de un proceso administrativo penal a cargo del P. Dante Simón SDB, quien además de recabar todos los antecedentes, investigó una octava denuncia y recibió la defensa del acusado”, detallan.
“El P. General pudo establecer que Felipe Berríos es culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad y de delitos de solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento, durante o con ocasión de la confesión”, señalan.
“Como Compañía de Jesús, con humildad pedimos perdón a las víctimas, sus familias y cercanos por el dolor causado. Hechos como estos jamás deberían ocurrir. Confirmamos nuestro compromiso por seguir trabajando incansablemente por el cuidado de toda persona para que los abusos no tengan cabida al interior de nuestras instituciones”, concluye la declaración.