El ministro de Justicia, Luis Cordero, confirmó este jueves que desde hace una semana está en funcionando el sistema de inhibidores de celulares en tres cárceles de la región Metropolitana.
Así lo señaló en entrevista con Universo, donde abordó una de las medidas que impulsó el Gobierno ante la crisis de seguridad que se vive en el país, donde muchos delitos son coordinados por delincuentes tras las rejas.
Al respecto, el ministro Cordero detalló que se trata de tecnología israelí -con un costo de unos $10 mil millones- que incluye no solo la inhibición de las señales de los teléfonos celulares, sino que también su georreferenciación y si hay equipos encendidos al interior de un recinto penal.
“El sistema de inhibición de celulares está en plena ejecución hace una semana”, aseguró el secretario de Justicia, detallando que el sistema está operando en la Cárcel de Alta Seguridad, el Centro de Detención Preventiva Santiago 1 y Centro de Detención Preventiva Santiago Sur, más conocida como la ExPenitenciaría.
En ese sentido, resaltó que este tipo de medidas “se ejecutan y no se anuncian; se ejecutan y no se cortan cintas”, subrayando que “es un impacto al régimen de funcionamiento y de seguridad y de conducta al interior del establecimiento penal”.
Asimismo, el ministro Cordero detalló que el proyecto tiene tres etapas, contemplado una cobertura de un 20%, seguida de un 31%, para culminar en un 80% para 2026.
De hecho, el proceso fue supervisado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) para no afectar las señales de celulares del entorno de los recintos carcelarios.
“Esta primera fase era muy significativa, porque era una tecnología que no está disponible en América Latina y porque todos los intentos previos de inhibición fracasaron”, reconoció Cordero.
En paralelo, se han implementado otras medidas, como aumentar la revisión de los abogados defensores cuando realizan visitas a los reclusos, así como allanamientos internos.
Incluso, se estableció un plan en conjunto con Carabineros para el resguardo de los perímetros de los establecimientos penitenciarios, para evitar el ingreso de elementos prohibidos, como celulares y droga.
“Se acabaron los pelotazos”, sentenció el ministro Cordero, quien confirmó que se abrirán licitaciones para el resto de las cárceles del país.