Con 27 votos a favor, el legislador de Renovación Nacional, José García Ruminot, se convirtió en el nuevo Presidente del Senado, superando los 22 votos obtenidos por el PPD, Pedro Araya, rompiendo así el acuerdo administrativo. El oficialismo anunció que se "terminó el fair play" en la Cámara Alta y surgieron recriminaciones contra el "tardío" e "ingenuo" rol que jugó el Gobierno. En tanto, desde La Moneda aseguraron que no se les podía pedir un imposible: apuntaron que la oposición conformó a través de esta votación, un nuevo pacto electoral.

En un hecho histórico en el Senado, desde el retorno a la democracia, se rompió el acuerdo administrativo de la Cámara Alta y el senador de Renovación Nacional, José García Ruminot, obtuvo 27 votos para convertirse en el tercer presidente del período.

En esta ocurrencia, se especula de todo. El surgimiento de una nueva alianza político-electoral, el desmarque del ejecutivo que se involucró tarde y fue “ingenuo” como dijo el PPD, Pedro Araya, y un enmarañado efecto cascada en la composición de comisiones que seguirá este miércoles.

“Se acabó la paz”, “se acabó el fair play, “una vergüenza”, “un conflicto entre dos senadoras”, “una ‘mexicana”: esas fueron todas impresiones de senadores oficialistas que enrostraron a la UDI el rompimiento del acuerdo y el retorno del gremialismo “a los tiempos de la dictadura”.

Sea un pretexto o no, lo cierto es que el argumento usado fue un papel que llegó tarde. En concreto, el papel que hacía efectivo el reemplazo del senador Ricardo Lagos Weber (PPS) por la senadora de Demócratas, Ximena Rincón.

El comentario del miércoles era que si no estaba el documento que aseguraba este reemplazo, la oposición daba por roto el acuerdo. “La mora purga la mora”, aseguró el UDI, Javier Macaya, para decir que como el cambio no llegó a tiempo, quedaron en libertad de romper el acuerdo.

Tensión tras elección de nuevo presidente del Senado

En medio de la tensión, José García Ruminot proyectaba la tranquila figura de siempre. Se levantó un par de veces al baño, conversaba y sonreía con sus colegas. Dicen que él no se movilizó por esto, pero lo cierto es que estuvo de acuerdo con el rompimiento del acuerdo.

Ruminot comprometió que dará lo “mejor de sí” para recomponer las relaciones en la Cámara Alta.

El Gobierno asegura que les advirtió que había que resolver rápido. Variados medios de prensa reportaban que el conflicto entre Rincón y Yasna Provoste por la Comisión de Hacienda iba a salpicar el acuerdo.

Más allá de consideraciones políticas, lo objetivo es que la tardanza -tanto en definir a Pedro Araya como el nombre como para entregar la firma del PPD para que Rincón entrara a Hacienda- abrieron la puerta a la derecha para romper el acuerdo, al menos con un solo argumento técnico.

Pedro Araya peleó durante meses por esta oportunidad. Se convirtió en militante del partido, no dio su brazo a torcer en la disputa con Ximena Órdenes y lo acompañó su pareja, la exministra de Justicia, Javiera Blanco.

Araya atacó a la UDI por romper el acuerdo y señaló que la actuación del gobierno fue “tardía” y pecó de “ingenuidad”. Le apuntó al comité político de La Moneda que es compleja la pérdida de la mesa.

El ministro Segpres, Álvaro Elizalde, fue blanco de críticas en los pasillos del Senado. Desde que no se involucró lo suficiente, hasta que derechamente el Gobierno prefería a García Ruminot que a Pedro Araya en la mesa.

El expresidente del Senado recordó que él mismo articuló el acuerdo que se rompió el martes y que fue advertido a través de los medios. La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dijo que “no se le puede pedir imposibles al ejecutivo”.

Partido Socialista y Demócratas

En el Partido Socialista estaban furiosos. Sus senadores y su presidenta, Paulina Vodanovic, intercambiaban comentarios y ya fraguaban al interior de la Sala, lo que podría ser una ofensiva por tratar de retener el control que aún tienen en algunas comisiones del Senado.

Se especula fuerte que el senador Fidel Espinoza no renunciará a la Comisión de Vivienda y que solo saldrá si lo censuran. Además, fueron quienes más advirtieron el término del “fair play” en el Senado.

En ese sentido, el jefe de la bancada socialista, senador Gastón Saavedra, dijo que este fue un acuerdo “espurio”.

Por su parte, Demócratas salió bien parado de la jornada. Pese a las recriminaciones y hasta pifias de los parlamentarios oficialistas, y de que se le enrostró al partido que ahora son una colectividad de derecha, Matías Walker se convirtió en vicepresidente del Senado.

El senador Walker dijo esperar que “cedan las pasiones” y que se puedan escuchar todas las posturas en el rediseño de comisiones.

La Comisión de Hacienda seguirá su disputa hoy. La senadora PC, Claudia Pascual, pidió dejar sin efecto la salida de Daniel Núñez en favor del Evópoli, Felipe Kast, y Ricardo Lagos Weber entiende que su salida de la comisión ya no será efectiva.