El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, se refirió a las denuncias respecto de la falta de matrículas en diferentes zonas del país, asegurando que se trata de un fenómeno que no es nuevo, que desde hace años es habitual, sobre todo durante el primer mes de clases.
“Esto no es un fenómeno nuevo, es algo que es parte de un proceso habitual”, comentó Cataldo, y detalló que eso se da ya que “hay una demanda superior a la oferta disponible en determinados territorios”.
En ese sentido, el ministro destacó que en 2022 se implementó un programa que buscaba precisamente aumentar la capacidad de matrícula en colegios del país, con el que se logró abrir cerca de 13 mil cupos nuevos. Lo que equivale a la creación de 26 escuelas de 500 estudiantes.
En cuanto a las razones que justifican el hecho, Nicolás Cataldo explicó que durante marzo se realiza la consolidación de los datos de matrículas, en las que se despejan cupos por estudiantes que se encuentran duplicados y hasta triplicados en el sistema.
“Esto es algo que es parte de un proceso habitual” repitió Cataldo, pero aseguró que con eso “no queremos con esto restarle importancia, todo lo contrario”. “Creemos que la garantía del derecho a la educación de los estudiantes es una función primordial del Estado de Chile”, agregó el ministerio.
De igual forma, detalló que durante años, la política estatal fue la de cerrar establecimientos e incluso “reconvertir las salas de clase en bodega o otro tipo de infraestructura”.
Respecto de la llegada de estudiantes de origen extranjero a los colegios del país, Nicolás Cataldo explicó que “entre el 2022 y la fecha actual se han entregado más de 150 mil IPEs, (Identificadores Provisorios del Estudiante).
“Eso quiere decir que han ingresado a Chile personas migrantes que han obtenido el RUT Provisorio para ingresar a escuelas por el orden de 150 mil”, resaltó el ministro de Educación.
En cuanto a las soluciones para enfrentar dicha realidad, el secretario de Estado, detalló que están buscando “recuperar la capacidad del sistema”, con un programa de inversión en infraestructuras de emergencia por 50 mil millones nacido en 2022 y que contempla la construcción de infraestructura.
Además, se trabaja en “amplificar la capacidad total máxima generando sobrecupo y también generando inversión de infraestructura en los territorios donde se requiere”.