Se espera que quien asuma la testera del Senado debe tener una "comunicación fluida" con La Moneda.

El presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, resolvió este jueves que renunciará a la mesa del Senado el próximo miércoles 13 de marzo. Esta definición tiene un efecto administrativo y uno político y vuelve a posar los ojos en la indefinición que todavía mantiene la bancada Independientes-PPD, que le corresponde presidir la cámara alta, según el acuerdo administrativo del Senado.

En lo técnico y según el reglamento, la renuncia de Coloma señala que la votación debe realizarse en la próxima sesión que se celebre, la que corresponderá al martes 19 de marzo. Ese día se debe ratificar la renuncia de Coloma y tras cartón, inmediatamente después, votar la nueva presidencia y vicepresidencia del Senado.

La Decisión (y cómo tomarla)

La bancada Independientes-PPD tiene seis integrantes y cuatro pretendientes a la mesa del Senado. Loreto Carvajal, Pedro Araya, Ricardo Lagos Weber y Ximena Órdenes. Quizás este complejo panorama explica por qué a solo 11 días de la definición, el nombre aún no esté sobre la mesa. Una de las fuentes consultadas en enero apuntaba que esta sería una decisión “de último minuto”.

Jame Quintana, que tiene el doble rol de ser presidente del PPD y jefe de bancada de los senadores, reconoce que “no ha sido fácil” y existe un escenario que está particularmente interesado en evitar: la votación.

El Partido por la Democracia tiene mucho que considerar. No solo la relación con el Gobierno y el avance de las reformas, si no que también el año electoral que se viene y las señales de orden y armonía que pueda ir mostrando la colectividad: En ese cuadro, votar la presidencia -sea el resultado que sea- muestra una incapacidad de llegar a acuerdos.

Quintana garantiza que en tiempo y forma -pase lo que pase- el PPD ofrecerá un nombre para presidir el Senado y pide autonomía para ese nombramiento.

Otro elemento a considerar es que en el próximo turno de la presidencia del Senado, a la bancada le corresponde una vicepresidencia. Ese cupo podría terminar siendo una válvula de escape, si las tensiones escalan y no hay posibilidad de acuerdo.

Por ejemplo, fuentes de Radio Bío Bío plantean que Loreto Carvajal y Ximena Órdenes estarían dispuestas a ceder en sus pretensiones si se les considera para la vicepresidencia el 2025.

Jaime Quintana hablaba de autonomía, y lo hace en referencia al rumor de pasillo en el Senado, de que precisamente el nombre de Loreto Carvajal no gusta en el resto de las bancadas. Incluso, la oposición transmitió el mensaje de que preferían evitar su nombramiento. Nada de esto, hasta ahora, ha sido ratificado públicamente.

Araya, Lagos Weber y el dilema oficialista

Gastón Saavedra, que será jefe de bancada del Partido Socialista en un par de semanas, dice que el perfil del nuevo nombre debe estar en “comunión” con el Gobierno y más específicamente, con el Presidente de la República.

Una de las versiones que aparece por estos días, es que la definición estaría más cerca de estar concentrada entre Ricardo Lagos Weber y Pedro Araya.

Por un lado, a Lagos Weber le juega a favor que ha sido uno de los senadores más oficialistas del socialismo democrático, además de sus buenas relaciones con pares de oficialismo y oposición, así como la experiencia de haber presidido el Senado en 2016.

Sin embargo, ese mismo elemento es lo que dificulta su opción, porque el PPD definió que quien ocupara el cargo de presidente del Senado debía ser alguien que no se repitiera el plato.

Por otro lado, Pedro Araya -al igual que su hermano el diputado Jaime Araya- es un parlamentario de tradición independiente con un estilo pragmático, que en ocasiones lo posiciona firmemente en el oficialismo y en otras, entre el discolaje y la oposición.

Estilo que a la vez es su principal obstáculo para llegar a la mesa. Se convirtió en militante del partido -algunos interpretan- para acallar las voces que aseguraban que el PPD no podía candidatear a un independiente, y es considerado del ala “Guirardista” de la colectividad.

En tanto que la versión oficial que se escucha en el Senado, es que el Ejecutivo no se está entrometiendo en esta decisión. No obstante, se espera que quien asuma la testera de la llamada “Cámara Alta” debe tener una “comunicación fluida” con La Moneda.

¿Y la vicepresidencia?

El cupo para acompañar al nombre del PPD es de Evópoli. La respuesta formal que entregó la bancada al ser consultada, es que aún no han definido su nombre.

Sin embargo, fuentes de Radio Bío Bío aseguran que el senador Luciano Cruz-Coke llegará a la mesa del Senado y que incluso ha estado interesado en quién presidirá porque finalmente, sería con quien trabajará durante todo 2024.

Las próximas horas definirán todo, porque no hay margen: Votado o acordado, el nombre del PPD deberá estar en la papeleta en 11 días más.