Reformas y acuerdos en lo legislativo, además de mejoras en la relación entre el mismo oficialismo es lo que se busca para el segundo tiempo de la administración del presidente Gabriel Boric. Mientras algunos parlamentarios marcan la diferencia en la "lealtad" que ha existido con La Moneda, desde las mismas fuerzas de Gobierno otras voces aseguran que en la interna hay algunos que se dedican más a diferenciarse y emitir críticas a ellos mismos. En tanto, los expertos advierten que hay tensiones y un "alma de autodestrucción" dentro de los mismos partidos oficialistas.
Llegó marzo, se acabó el receso parlamentario y también llegó un hito importante para La Moneda: Oficialmente comienza el segundo tiempo del Gobierno del presidente Gabriel Boric.
Un segunda etapa que contempla desafíos como concretar reformas importantes, pero también el reto de mejorar las relaciones en la interna del propio oficialismo y las “dos almas” que lo componen.
Sobre eso, desde el análisis político, algunos expertos advierten que acá la situación es totalmente opuesta a un partido de fútbol. Ahí, sostienen, el segundo tiempo es mucho más importante, pero en los gobiernos no.
Los desafíos para el segundo tiempo de la administración Boric: reformas y buena relación oficialista
Tras ser consultados por los últimos 2 años de Gobierno, voces del oficialismo coinciden en que hay que concentrarse en las reformas -pensiones y pacto fiscal- además de seguridad y migración irregular.
Para analistas políticos como Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, los desafíos siguen siendo el generar resultados “que espera y anhela a la gente”.
“Hasta ahora, la actual administración ha tenido dificultades para cumplir con esos resultados y sabemos que ‘resultados’ es la palabra que encumbra o hunde a un Gobierno”, complementa.
Para el académico universitario y analista político, Alberto Mayol, “su gran desafío es lograr tener una agenda que afronte con capacidad vanguardista los problemas. Que no sea reactivo”.
Además, comenta, se debe mejorar la política exterior porque “en estos momentos no está está claro ni quienes son los amigos, ni con quienes está con más problemas y por qué está con problemas”.
“No está claro cuál es el nivel de diferenciación respecto a los gobiernos que tanto criticó (…) se supone que había una diferencia política de gran tamaño, lo que debe demostrarse en la gestión”, añade.
Aún así, pese a los desafíos relacionados con el punto de vista legislativo, desde los mismos partidos de Gobierno cuentan a BioBioChile que la prioridad también debe estar enfocada en “no tener conflictos”.
Lo anterior, entre los mismos bloques que conforman los apoyos políticos del Gobierno. En esa línea, argumentan que se pueden tener diferencias, pero destacan la importancia de construir acuerdos entre ellos mismos.
“¿Cómo pedimos acuerdos con la derecha si a veces nosotros no mostramos la fortaleza suficiente en esta materia?”, plantean conocedores de la interna del Partido Socialista.
“Jugadas de pichanga mala”: la diferencia entre Frente Amplio y Socialismo Democrático
Fueron los recientes dichos del diputado Gonzalo Winter (CS), quien dijo -en conversación con CNN Chile– que “el Frente Amplio ha sido por lejos el bloque más leal”, que generó molestia en el Socialismo Democrático.
La respuesta llegó inmediatamente desde la Bancada PPD. El diputado Jaime Araya adelantó que “claramente no es la mejor bienvenida para iniciar el año legislativo 2024″.
“Parece que algunos no entienden que el 1er tiempo lo vamos perdiendo y además jugando mal (…) estas jugadas son de pichanga mala, si queremos ganar hay que conversar en el camarín”, respondió.
Aún así, desde el Partido Comunista desdramatizan la situación. Según comentó el diputado Luis Cuello, “pese a las diferencias” han coincidido en un programa en común.
“En el desarrollo de la práctica política, de la dinámica política, es normal y natural que surjan diferencias de apreciación, diferencia de control táctico”, asegura el parlamentario comunista.
Desde el Partido Socialista no coinciden. El senador Gastón Saavedra comenta que “las votaciones hay que analizarlas por sí solas y ahí están las respuestas respecto de la lealtad que tenemos con el Gobierno”.
“Hay evidencias sobre esto, pero la auto referencia no es la más sabia consejera. Han habido momentos complejos (…) no hemos superado algunas situaciones que han dañado finalmente los propósitos del Gobierno”, agrega.
Desde el Frente Amplio, en tanto, aseguran que “en el Socialismo Democrático se dedican más a diferenciarse y criticar al Frente Amplio, que a enfrentar a nuestros adversarios”.
“Esperaría que pongamos más el foco en el trabajo, en lo que nos une que en hacer esas diferencias (…) en la mayoría de los espacios, sobre todo en los menos visibles, hemos logrado una buena coordinación” comenta la diputada Emilia Schneider (CS).
“Alma de autodestrucción” y “tensiones en la coalición”: El análisis experto
Para el analista político y docente universitario, Marco Moreno, los dichos de Winter (CS) “no hacen sino que tensionar la dificultad que ha tenido la actual administración de poder fraguar una verdadera coalición”.
Haciendo la diferencia entre ministros y parlamentarios, Moreno asegura que “hay una parte de la coalición, especialmente Frente Amplio y el Partido Comunista, que pareciera ser que sigue estando más cómodo administrando la impotencia que el poder”.
“Eso hace que desde el Socialismo Democrático ha habido un cuestionamiento. Genera tensiones y afecta fundamentalmente la acción colectiva del Gobierno (…) carece de capacidad de actuar en conjunto”, sostiene.
Alberto Mayol, quien además fue integrante del Frente Amplio, aseguró que “el alma principal del Gobierno es un alma de autodestrucción”, pues es “desde dentro que se filtran las principales situaciones complejas”.
De esta manera, en su opinión, “esa es la única alma que hay. No hay dos”. A la vez, el analista político considera que “el PS llegó a hacer un partido que sostuvo al Gobierno en un momento difícil”.
“Tal como la UDI en su momento sostuvo al primer Gobierno de Sebastián Piñera y Evópoli en el segundo. Todas las veces esos partidos recibieron los premios”, dijo.
Concluyendo que “el Frente Amplio no quiere que el Partido Socialista se lleve ningún premio (…) hay un problema de comprender la estructura de la negociación política y de comprender la gravedad del ataque interno”.