Las reformas, la crisis de seguridad y el crecimiento, son los ejes de consenso entre todas las fuerzas políticas, a días de que comience el llamado 'segundo tiempo' del gobierno de Gabriel Boric.
El próximo lunes 11 de marzo se cumplen dos años desde que Gabriel Boric fue investido con la banda presidencial y se convirtió en el mandatario número 34 -el más joven y el más votado- en dirigir los destinos de la nación.
Al llegar al meridiano de su gobierno, inicia lo que el lugar común de la política califica como ‘el segundo tiempo’ y este viernes, se realizará un consejo de gabinete en La Moneda que trazará las prioridades programáticas, de gestión y legislativas de la segunda mitad de ésta administración.
Seguridad, crecimiento y reformas son los tres ejes principales, que estarán cruzados por el diálogo con la oposición, las diferencias internas y las eventuales tres elecciones de concejales, alcaldes, consejeros y gobernadores regionales, con sus respectivos pactos electorales.
Camila Vallejo, ministra vocera de gobierno, dijo este lunes que es posible construir acuerdo. Ella misma reconoció cierta majadería: El salario mínimo, el royalty minero y la ley de 40 horas son repetidos ejemplos de cierto grado de efectividad.
Vallejo impulsa otra definición: Que el éxito o el fracaso de esta empresa, será el éxito o el fracaso de toda la clase política.
La oposición vivirá su propia quimera: La derecha en Chile se siente hoy, favorita para suceder a éste gobierno, pero esa posición relativa de ventaja supone sus propios problemas.
La forma en que Demócratas, Amarillos y Evopoli conversarán o no con Republicanos y qué tan perjudicados o fortalecidos queden RN y la UDI, aún está por verse.
Juan Antonio Coloma, senador UDI Y Presidente del Senado, ha coordinado con el gobierno el llamado ‘fast track legislativo’ y en buena parte gracias a ese diseño, se han aprobado una cantidad récord de proyectos de seguridad.
Sin embargo, soluciones concretas que eviten situaciones como el secuestro de Ronald Ojeda Moreno, aún ponen de manifiesto la percepción de una crisis sin soluciones sencillas. Coloma dice que es lo más importante.
Marzo iniciará con la reforma de pensiones tramitándose en la Comisión de Trabajo del Senado el miércoles 6 y ese mes ingresarán cinco proyectos entre las dos cámaras del llamado pacto fiscal.
Al final Coloma desliza una diferencia de posturas profunda: En pensiones no hay espacio para el reparto y la solidaridad, en temas tributarios el panorama es a ratos aún peor, porque ni siquiera comparten la misma tesis, en cuanto a los mecanismos para generar mayores ingresos.
Emilia Schneider, diputada de Convergencia Social, apunta a la oposición como los responsables de una sensación de estancamiento en los grandes temas y coincide con Vallejos en que lo que está en juego, es demostrar que la política si puede ofrecer soluciones a la ciudadanía.
En el pasado, el gobierno vio en el senador RN, Rodrigo Galilea, un opositor dialogante que colaboró en viabilizar proyectos de ley, como la propia ley de 40 horas.
Hoy presidente de la tienda de Antonio Varas, hace un duro balance de los dos primeros años: Para él, Boric mostró ‘importantes carencias’ en su primera mitad, sin concretar lo que llama ‘agendas potentes’ en seguridad, pensiones, salud privada y crecimiento económico.
Galilea dice que desde la colectividad que preside, habrá disposición a tramitar buenas reformas.
Juan Luis Castro, senador Presidente de la Comisión de Salud, forma parte de un grupo de parlamentarios del socialismo democrático y la centro izquierda que pese a que apoya a éste gobierno, ha sido crítico en privado y en público y en más de una ocasión ha complicado a La Moneda en la ley corta de Isapres.
Castro pide lo que ya ha pedido en reiteradas ocasiones: Que el gobierno no olvide que se debe avanzar en una reforma al sistema de salud.
Internamente, las coaliciones de gobierno mantienen una tensión -que a ratos es llevadera y a ratos incontenible- sobre la posibilidad de que adaptarse, ser pragmático, llegar a acuerdos, termina de desdibujar por completo a un gobierno de izquierda que tiene militares desplegados en el sur y en el norte y que da constantes señales de haberse centrado.
Por ejemplo, en pensiones hay quienes señalan que el ejecutivo ya cedió todo lo se podía ceder y si en el Senado continúan las concesiones, la reforma ya será indistinguible de la que se estancó en el gobierno de Sebastián Piñera.