En su calidad de presidenta del Centro de Alumnas del Liceo 1: Javiera Carrera, la actual alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino Mussa, fue una de las figuras más prominentes de la Revolución Pingüina. De hecho, era una de las principales voceras de la movilización secundaria que “paralizó” al país en el 2006 exigiendo mejoras para la educación en distintos ámbitos.
El movimiento estudiantil representó uno de los principales desafíos que le tocó enfrentar a Michelle Bachelet en su primer gobierno, marcándole de cierta manera la hoja de ruta en materia educativa incluso para su segundo periodo como presidenta. Eso, y la movilización de 2011 durante el primer gobierno de Piñera, motivaron que la expresidenta prometiera varios cambios en ese sentido.
En efecto, Bachelet recogió varias de las exigencias que los secundarios hicieron en 2006, además de otras del movimiento estudiantil de 2011, y firmó a comienzos de su segundo periodo —el 19 de mayo de 2014— una serie de proyectos que fueron enviados al Congreso durante ese año en el marco de la reforma a la educación que había comprometido.
En concreto, los proyectos buscaban terminar con el lucro en la educación, con el financiamiento compartido y con la selección escolar que aplicaban algunos establecimientos emblemático con el fin mantener un nivel superior.
Dicha medida anunciada por La Moneda aquel 19 de mayo de 2014 fue celebrada en Twitter por Karina Delfino, por esos días concejala de Quinta Normal y presidenta de la Juventud Socialista de Chile.
“Hoy será un gran día! El envío del proyecto de ley que pone fin al lucro, al co-pago y a la selección atacará el corazón del sist segregador”, escribió la exlíder estudiantil.
De celebrar a lamentar
Sin embargo, casi 10 años más tarde la hoy alcaldesa de Quinta Normal reconoció en una entrevista con La Tercera que la forma en que se aplicó el fin de la selección escolar tuvo un impacto negativo en los denominados liceos emblemáticos.
La exestudiante del Liceo 1: Javiera Carrera, uno de los más representativos establecimientos educativos femeninos del país, fue consultada por el citado medio sobre si las autoridades, específicamente las del segundo gobierno de Bachelet, se habían equivocado en impulsar el fin de la selección en los liceos emblemáticos buscando “emparejar la cancha”.
—Creo que el fin de la selección les jugó una mala pasada a los liceos emblemáticos. No era un secreto que al seleccionar a los mejores alumnos y estudiar entre los mejores, obviamente te va a ir mejor. O sea, era algo que estaba probado. Se debió haber elevado la calidad de la educación escolar pública en general con una fuerte inyección de recursos y esfuerzos, antes de haber terminado con la selección —respondió la autoridad comunal al matutino.
Eso sí, dijo creer que “también que esa reforma trajo cosas positivas, como, por ejemplo, el no cobro en la educación subvencionada que abrió un camino a establecimientos que querían seguir entregando buena educación pública, sin lucrar. Hoy tenemos acá en Quinta Normal varios colegios subvencionados gratuitos, con un promedio en la PAES de más de 700 puntos, que son parte de la oferta para los padres de nuestra comuna”.
En la misma materia, al ser consultada por el rol actual de La Moneda, la exlíder estudiantil indicó que “el Gobierno debe poner un énfasis en educación, especialmente en infraestructura, para que las escuelas tengan las condiciones mínimas para que los niños puedan estudiar”.
“Le he pedido al ministro y a la subsecretaria hacer una reflexión más profunda y transversal respecto del estado educacional actual. Sé que se hacen esfuerzos, pero el día a día se come la agenda del ministerio”, sostuvo también la alcaldesa.
Sobre las razones que han impedido que se fortalezca la educación secundaria pública, la otrora vocera de la Revolución Pingüina indicó que “porque el sistema es perverso. La educación está a cargo de los municipios y ellos, muchas veces, priorizan otros proyectos, otras iniciativas más vistosas y no la educación, que es lo que pasó aquí en Quinta Normal”.
En esa línea, manifestó que “en 2011, cuando se crea la Superintendencia de Educación, ella te dice: ‘Este colegio tiene problema eléctrico, multa…’. Y te llenan de multas. En vez de decir este colegio tiene problemas eléctricos y vamos a hacer un acompañamiento o una intervención para solucionar el problema. Hoy hay una crisis educacional y no es solamente de infraestructura, que fue lo que inicialmente nos movilizó en 2006, hay una crisis de convivencia y de aprendizaje, que está siendo eclipsada por la crisis de seguridad. El tema es que la educación también es un tema de seguridad, si finalmente los jóvenes no están teniendo oportunidades. Hoy ves a jóvenes y niños de 12 años delinquiendo, entonces, es evidente que el sistema está fallando”.