Las reuniones privadas y charlas remuneradas entre el lobista UDI, Pablo Zalaquett y la vicepresidenta del Partido por la Democracia (PPD), Natalia Piergentili, generaron un descontento en la tienda, acusando una falta a la transparencia.
A través de un reportaje de Ciper, se dieron a conocer documentos los cuales muestran transferencias desde la sociedad de Zalaquett a Piergentili, hecho que fue negado en un principio por ella.
Sin embargo, a través de un comunicado oficial declaró que “sí es efectivo que desde el mes de noviembre pasado he prestado una asesoría periódica en políticas públicas a una asociación gremial, contratada por la empresa consultora del Sr. Zalaquett, actividad profesional lícita que he realizado en mi ámbito laboral privado, por lo cual naturalmente he recibido una remuneración”.
El diputado del PPD, Raúl Soto, dijo sentirse decepcionado del sistema político y del rol que ha tenido su partido en estas reuniones, afirmando que para él, este encuentro fue lobby y significa un daño para la confianza ciudadana.
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Su par del colectivo, la diputada Carolina Marzán, señaló que dado a la representación que tiene la vicepresidenta, tuvo que haber registrado el encuentro para evitar desconfianzas.
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En el comunicado, Piergientili enfatizó que “dejo absolutamente claro que cualquier remuneración que he recibido obedece a mi desempeño profesional y no como dirigenta política”.
Debido a que este caso provocó descontento, mañana lunes se analizará -en la habitual reunión de partido- su continuidad en el cargo.
Mientras tanto, Piergientilli afirmó que a pesar de la controversia, descarta evaluar su salida del puesto.