El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) consideró este lunes que la decisión del papa Francisco y del Vaticano de aceptar la “posibilidad” de dar una bendición a parejas homosexuales sin equipararlas al matrimonio es una “medida tan tardía, como contradictoria” y criticó que “daña la dignidad de quienes son creyentes”.
“Esta es una nueva e intolerable forma de exclusión, que se pretende pasar como antidiscriminatoria, cuando en realidad es una medida apartheid”, lamentó el encargado de derechos humanos del Movilh, Ramón Gómez, a través de un comunicado.
Según él, la declaración aprobada, la primera que la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio, publica en los últimos 23 años, “solo permitirá ‘bendecir’ mientras el ritual no se confunda con el matrimonio”, lo que a su juicio da la señal de que las parejas del mismo sexo son inferiores a las heterosexuales”.
“Si heterosexuales se casan podrán acceder a una bendición plena, pero homosexuales jamás”, añade la nota.
Sin embargo, Gutiérrez reconoció que la medida “podría ayudar a ir mermando la discriminación al interior de la propia Iglesia” ya que, dijo “presiona una discusión”.
“También podría ser un aporte para la realidad LGBTIQ+ en aquellos países mayoritariamente católicos donde no existe la unión civil para parejas del mismo sexo y/o leyes protectoras de la orientación sexual o la identidad de género”, añadió el activista del colectivo de la diversidad sexual.
Para Gutiérrez, el gesto llega en plena “crisis” de la Iglesia y “cuando el número de personas que confía en sacerdotes es escaso”, debido a las denuncias por abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes “de los cuales los curas son responsables directos y la Iglesia encubridora”.
El documento publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe sigue la voluntad del papa Francisco y supone un cambio de postura respecto a la que la institución religiosa publicó en marzo de 2021, dirigida entonces por el español Luis Ladaria Ferrer, y que dijo que la Iglesia católica no podía impartir su bendición a las uniones de personas del mismo sexo.