La Corte Suprema rechazó los recursos de casación en contra de las sentencias que condenaron al Clan por su responsabilidad en el delito de lavado de activos provenientes del narcotráfico de colombiano. Ilícitos cometidos entre 2003 y 2007.

En fallo unánime, la Segunda Sala del máximo tribunal ratificó la sentencia que condenó a Mauricio Mazza Alaluf y Luis Alberto Mazza Alaluf a penas de 6 años de presidio y el pago de sendas multa de 200 UTM; y a José Miguel Mazza Alaluf, Daniel Mazza Jiménez y María Larraguibel Padilla a 5 años y un día de presidio y el pago de multas de 200 UTM, en calidad de autores del delito.

La Segunda Sala de la Corte Suprema ratificó este martes la sentencia que condenó a miembros del clan Mazza a penas de prisión y el pago de multas de 200 UTM, por el delito de lavado de activos entre 2003 a 2007.

La Suprema rechazó los recursos de casación que buscaban dejar sin efecto la sentencia que condenó a Mauricio Mazza Alaluf y Luis Alberto Mazza Alaluf a penas de 6 años de presidio y el pago de sendas multa de 200 UTM; y a José Miguel Mazza Alaluf, Daniel Mazza Jiménez y María Larraguibel Padilla a 5 años y un día de presidio y el pago de multas de 200 UTM, en calidad de autores del delito.

De esta forma, se pone fin a una trama judicial que se extiende desde 2007, cuando Mauricio Mazza fue detenido en Estados Unidos y en 2010 deportado a Chile, tras ser acusado de liderar un mecanismo que lavaba dinero proveniente del narcotráfico colombiano en Chile, mediante sus casas de cambio. Recursos que luego eran enviados a Estados Unidos.

La organización, que operó en nuestro país, Estados Unidos y Colombia, trasladaba billetes de 500 euros desde Colombia hacia nuestro país mediante “correos humanos” para posteriormente ingresarlos en Estados Unidos y cambiarlos por dólares, los que finalmente se depositaban en empresas fachada.

El fraude bordeó un monto cercano a los 400 millones de dólares, convirtiéndose así en la causa de lavado de activos más grande seguida en nuestro país, e incluso, en una de las de mayores descubiertas en América.

El clan terminó siendo desbaratado en 2007 gracias a un trabajo de ocho años entre el Consejo de Defensa del Estado, la PDI y una fuerza de tarea multiagencia de Estados Unidos, compuesta por organismos como la DEA, el FBI, el Departamento del Tesoro y la IRS.

Además de la condena a prisión, en 2016 también se confirmó el decomiso de diversos bienes de los involucrados, un operativo que fue avaluado en unos cinco millones de dólares, correspondiendo a locales comerciales y un piso completo en el edificio Torre de la Industria, en Vitacura, entre otros.

Asimismo, si sumamos los bienes decomisados tanto en Estados Unidos como en Chile, la cifra bordea los 12 millones de dólares, equivalente a más del doble de lo que hasta en 2016 se había decomisado en el sistema procesal penal por lavado de activos.