Cuando queda poco menos de un mes para el Plebiscito de Salida, el proceso constitucional se ha transformado en un quebradero de cabeza para la oposición, ante el duro desafío de revertir la tendencia “En Contra”, pese a los intentos de la principal figura de Chile Vamos, Evelyn Matthei, por intentar alinear a la oposición.
Recordemos que hace unas semanas, la propia alcaldesa de Providencia, en una pauta que nada tenía que ver con el tema constituyente, entregó su apoyo explícito a la propuesta de Nueva Constitución que elaboró el Consejo Constitucional, dominado por el Partido Republicano.
Esto, pese a sus descarnadas críticas, donde incluso puso en duda su apoyo reconociendo que no estaba dispuesta a poner su capital político en juego. Sin embargo, tres Doritos más tarde, bajó el tono asegurando que “en general” le parece un buen texto.
El problema es que Matthei se metió a remar contra la corriente, ya que las distintas encuestas siguen mostrando una clara tendencia de la ciudadanía a rechazar, otra vez, un texto que -se supone- permitiría dar por cerrada la discusión constitucional, que ha tenido entrampado al país por casi cuatro años.
Lo cierto, es que más allá de que era un poco esperable que finalmente Matthei entregara su apoyo al “A Favor”, es claro que detrás de su decisión de hacer pública su postura, cuando aún no se había entregado el texto final, responde a una estrategia fríamente calculada.
Recordemos que el “A Favor” no ha logrado convencer a toda la derecha. Desde algunos “influencers” de la política, como la exconvencional Teresa Marinovic, hasta un grupito de senadores, como Rojo Edwards, Juan Castro y Alejandro Kusanovic, se han distanciado de la propuesta.
Estos últimos, amparados en el hecho que no enfrentarán una reelección, sino hasta el 2030 -por lo que poco control tienen sobre ellos las directivas de los partidos-, anunciaron que votarán en contra el próximo 17 de diciembre.
Eso sí, en la interna reconocen que ni ellos, ni siquiera José Antonio Kast o Evelyn Matthei, son lo suficientemente influyentes en la opinión pública para mover la aguja, por lo que su llamado será más bien un “te lo dije”.
Sin embargo, en Chile Vamos, reconocen la influencia de “la gringa” en alinearlos, causando un punto de inflexión cuando salió en su entrevista a alertar que, tal como estaba quedando la redacción del texto, “iba derechito al fracaso”.
En ese minuto, en la oposición no había un nivel de coordinación interna, cada uno por su lado trataba de hacer lo que podía, por lo que el llamado de Matthei generó un efecto casi inmediato.
Algo parecido sucedió tras confirmar su apoyo a la nueva Constitución, donde los distintos partidos rápidamente comenzaron a ratificar sus posturas, en un movimiento de tropas que busca desesperadamente “darlo vuelta”.
Y justamente, para lograr este último objetivo, o al menos como premio de consuelo, lograr recortar las distancias evitando “comerse” una derrota abultada, como pasó con el oficialismo en el Plebiscito Anterior, Matthei puso finalmente su capital político en juego.
La estrategia del “ganar perdiendo”
Al respecto, el doctor y académico de la Universidad de Santiago (Usach), Marcelo Mella, sostiene que efectivamente la participación de Evelyn Matthei apoyando el “A favor” puede contribuir a hacer subir esa opción.
“Esto porque el liderazgo de Evelyn Matthei, sus características, su trayectoria, la conecta con un electorado más bien de centro o de centroderecha y con sectores liberales sobre los cuales tanto el Partido Republicano como José Antonio Kast no tienen gran ascendencia”, explica.
En ese sentido, el docente apunta al escenario más probable para el plebiscito de diciembre es que haya un triunfo, pero por poco margen.
“Y en ese sentido, sea cual sea el resultado, ni a favor, ni el voto en contra, va a resolver el problema de la división y de la polarización que vive el país y, por lo tanto, un liderazgo con las características de Evelyn Matthei, más bien cercano al centro y con una campaña presencial que eventualmente la perfile como un liderazgo presidencial moderado, creo que puede incluso beneficiar su candidatura presidencial”, asegura Mella.
“En una situación como la actual, donde existe una propensión a la parálisis legislativa y al bloqueo en la gestión gubernamental, me parece que un elemento importante para diferenciarse en la próxima elección presidencial va a ser el carácter moderado de los liderazgos presidenciales y de qué manera se puede superar esta situación de bloqueo político que vive el país”, analiza.
“Y en ese sentido, uno puede aplicar esta vieja idea que en política no solamente se puede ganar ganando, sino también a veces se puede ganar perdiendo”, sentencia Mella.
La definición de Evelyn Matthei que le jugó en contra
No obstante, para Lucía Miranda, politóloga e investigadora del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Juventud (Cisju) de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH), en esta pasada Matthei perdió parte de su capital político, especialmente en materia de credibilidad.
Con base en la encuesta del observatorio VAR Constitucional, de la Universidad Diego Portales, la especialista en métodos y técnicas de análisis enfatizó en que la ciudadanía valora más en primer lugar, honestidad, después credibilidad, tercero, responsabilidad y ya posteriormente vienen convicción.
“Siguiendo este orden, si honestidad es lo más importante para la ciudadanía después de su posicionamiento respecto de a favor en el proceso constituyente, Matthei bajó diez puntos y Kast también bajó diez puntos”, explica.
“Y la respuesta “Ninguno refleja honestidad”, Matthei subió seis puntos, teniendo en cuenta que, en general, la ciudadanía está desafecta con los partidos políticos, con los parlamentarios y con la mayoría de las figuras políticas”, agrega.
“Si la ciudadanía lo que más valora es la honestidad, el cambio de posición de ir en contra a pasar a favor le hizo bajar puntos a Matthei”, añade Miranda.
De todas maneras, para la especialista también hay un porcentaje en el aumento en el “A Favor” a partir de la decisión de Matthei, más que nada por la convocatoria a la centroderecha, donde Kast tiene muy poco arrastre.
“Si la estrategia es ponerse a hablar de un proceso constituyente donde sus figuras principales, en este caso Kast, el Partido Republicano, estaba perdiendo capacidad de convocatoria y la estrategia fue llamemos a una política que tiene trayectoria, que la gente le cree, que no está tan tirada a la extrema derecha para que hable de esto, efectivamente, sí hubo una remontada del A Favor”, sostiene la docente de la UCSH.
“Pero en términos comparativos, esa remontada del “A Favor” es relativamente baja, es decir, sigue siendo el “En contra” lo que va ganando”, enfatiza.
No obstante, tampoco son cuentas muy alegres para la presidenciable de Chile Vamos, ya que puso en duda parte de su credibilidad al apoyar un texto al que anteriormente descalificó, precisa Lucía Miranda.
“Y esto que anunciaba Matthei al principio de que no iba a poner en juego su capital político para apoyar un proceso constituyente, parece que le jugó en contra porque cambió de posición”, apunta.
“Ella fue la que perdió legitimidad. Pudo dar un cierto impulso a que una figura con responsabilidad o con trayectoria se asociara al proceso constituyente, pero, sin embargo, el nivel de apoyo no creció de manera exponencial, como si bajó el nivel de legitimidad de ella”, subraya.
De todas maneras, para la especialista en métodos y técnicas de análisis “respecto del rol de Matthei creo que sirvió para que un sector que quizás estaba medio adormecido se posicionara en torno al texto. Sin embargo, creo que a ella la dejó mal parada, sobre todo su cambio de posición de un momento a otro”.
“Creo que hubiera sido más estratégico posicionarse a favor, si es que así lo creía, una vez que hubiera pasado por todo, por todo el arreglo y por un debate en torno al contenido más profundo”, concluye.