El senador Iván Moreira (UDI) respaldó al presidente Gabriel Boric, tras la determinación de llamar a consulta al embajador de Chile en Israel, debido a las incursiones militares israelíes contra civiles en la Franja de Gaza.
“La política exterior, afortunadamente en Chile, ha sido permanente como una política de Estado. Siempre hemos respaldados a nuestros presidentes cuando hacen lo correcto, lo humanamente correcto, como el presidente Boric”, indica Moreira.
El parlamentario -adherente a la causa Palestina- comenta que “llamar la atención, a través de solicitar que venga a informar el embajador en Israel, son medidas propias de la diplomacia. No significa que vayamos a terminar nuestras relaciones diplomáticas con Israel. Significa que Chile es uno de los países que protesta por esta guerra y los crímenes de guerra”.
A juicio de Moreira, “Chile protesta por el derecho internacional, derecho humanitario, derecho a la vida de un pueblo que está siendo exterminado. El presidente Boric hace lo correcto y lo respaldamos, frente a un gobierno donde el presidente Netanyahu quiere matar a todos los palestinos”.
“El enemigo de Israel es Hamás, no el pueblo de Palestina”, enfatiza el senador UDI.
Senadora Aravena tilda de “error garrafal” decisión de Boric
En tanto, la senadora del Partido Republicano, Carmen Gloria Aravena, estimó que la determinación del presidente Boric es “un error garrafal en la conducción de las relaciones internacionales del Estado de Chile”.
“El Mandatario se viene dando hace rato gustitos personales respecto a Israel y viene actuando con un claro sesgo ideológico en lo que se refiera a la situación de ese país con Palestina, inclinándose por una causa, sin entender que las relaciones internacionales con otros Estados son permanentes”, declaró Aravena.
La senadora -que preside el Grupo de Amistad Chile-Israel de la cámara alta- estima que “el Presidente Boric ha descuidado su rol de Jefe de Estado, poniendo en riesgo la relación con un país con el que Chile mantiene amistad hace 70 años, como es Israel”.
Para Aravena, se trata de “una decisión incomprensible, alineándose con gobiernos como el de Bolivia, muy cercano al régimen iraní, y con Colombia, los que vienen demostrando un permanente desprecio por la democracia”.