Son más de 13 mil 800 kilómetros los que separan a Torres del Paine de la Franja de Gaza, donde el fin de semana inició una nueva escalada de violencia, que ha dejado hasta el momento 1.300 israelíes muertos y a 1.354 palestinos fallecidos.
Para los operadores turísticos de Torres del Paine, este nuevo conflicto puede traer perjuicios debido a la gran cantidad de turistas hebreos que, cada verano, llegan en grandes números a la región de Magallanes.
Y es que el espectáculo que representa la naturaleza de Torres del Paine para estos jóvenes, nacidos y criados en un territorio desértico en gran parte, es fascinante y desconocido, dada la complejidad, belleza y sobrecogedora fuerza que posee la naturaleza exuberante del fin del mundo.
En conjunto, son miles de ellos los que cada verano llegan a Magallanes para conocer y aportar con su estadía en forma significativa al crecimiento y desarrollo de la actividad turística regional, sobre todo en la provincia de Última Esperanza.
Cabe destacar que la mayoría de los turistas son jóvenes que prestan o han prestado servicios armados en Oriente Medio, que recorren el sur de Chile y Argentina, en planes de turismo pagados por su Estado, según señaló en su oportunidad el entonces senador Eugenio Tuma.
Lamentablemente, el fin de semana, la violencia volvió al Medio Oriente, a raíz del ataque terrorista de Hamás contra Israel, país que de inmediato respondió con violentos bombardeos contra la Franja de Gaza y la declaración de guerra contra el grupo armado palestino.
“Es una guerra que llevará tiempo y será difícil”, advirtió el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo que da cuenta, en gran medida, lo que se viene.
Al respecto, la gerenta de la Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine, HYST, Sara Adema, advirtió que “el turismo es una actividad altamente sensible a los conflictos, las condiciones económicas y cualquier situación externa que afecte a un país o una región en particular”.
“Esto se debe a que el sector turismo opera con una programación de eventos con mucha antelación”, sostuvo.
“En el caso de los turistas israelíes, dado el lamentable conflicto que están viviendo, es muy probable que se cancelen los viajes que habían sido previamente planificados”, apuntó la ejecutiva.
“Será necesario esperar a ver cómo se desarrolla el conflicto, para poder adelantar cifras más concretas. No obstante, es importante destacar que Magallanes recibe año a año grupos de israelitas que no necesariamente residen en su país”, acotó Adema.
“Lamentamos profundamente lo que está ocurriendo y esperamos que el conflicto se resuelva lo más pronto posible”, concluyó la representante de la HYST.