Durante este martes, el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, emitió una declaración respecto de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. Lo anterior, consensuado con todas las bancadas.
Igualmente, en memoria de quienes fueron víctimas o perdieron la vida, se dedicó un minuto de silencio.
En la instancia se calificó la dictadura como un proceso doloroso en el que se quebró la democracia y, además, como “el mayor fracaso institucional de Chile en el siglo XX”.
Senado: “Es imposible pretender que se tenga una visión común de la historia”
“Respecto del pasado, probablemente hay una sola verdad compartida: todos, en algún grado y de alguna manera, por acción u omisión, contribuyeron a la destrucción de nuestra convivencia”, dijo.
Agregando que es imposible pretender que se tenga una visión común de la historia o de “las causas del quiebre, el proceso que lo antecedió, las opciones de entonces y los años que sucedieron al colapso”.
“Cada uno tiene el legítimo derecho a tener una mirada propia, fundada en su experiencia, en sus ideas y su particular sensibilidad”, dice el texto.
Aún así, se indica que el objetivo principal de las instituciones es que “esas diferencias sean parte de la diversidad que conforma un proyecto común”.
Asimismo, el presidente del Senado dijo que los 50 años dejan un aprendizaje compartido respecto al “valor de la democracia” y del Estado de Derecho, además del respeto absoluto de los Derechos Humanos.
A lo anterior se suma “la convicción que ningún proyecto de transformaciones profundas puede impulsarse sin el acuerdo mayoritario de la sociedad y que ninguna diferencia puede llevarnos a perder el respeto esencial que nos debemos como parte de un mismo país”.
“Nunca podemos tratarnos como enemigos, nunca la violencia es alternativa a la solución racional de los desacuerdos, nunca la dignidad del ser humano puede subordinarse a ningún objetivo político”, sostuvo el Senado.
Finalmente, respecto al rol del Senado, Coloma dijo que existe una responsabilidad insustituible y “cargar el pasado con madurez y mirar el futuro con responsabilidad es lo que nos corresponde”.
“Nada podemos hacer para cambiar lo que sucedió hace cincuenta años atrás, pero podemos hacerlo todo para configurar los cincuenta años que vienen”, concluyó.