Son 20 las termoeléctricas a carbón que actualmente funcionan en el país, pero su impacto se concentra sólo en 6 comunas: Tocopilla, Mejillones, Huasco, Quintero, Puchuncaví y Coronel, donde este tipo de generación ha afectado significativamente la salud y calidad de vida de la población.

Por esta razón, el Gobierno presentó la mesa de trabajo para la construcción de un plan de descarbonización, que tiene tres pilares fundamentales: la modernización de la red e infraestructura habitante; la descarbonización, reconversión y combustibles de transición; y por último, una transición justa.

El ministro de Energía, Diego Pardow, afirmó que se requiere construir acuerdos con el sector privado, para definir la infraestructura óptima para viabilizar el retiro de las centrales a carbón y asegurar el funcionamiento del suministro eléctrico.

El presidente ejecutivo de las Asociación de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, declaró que falta concretar condiciones que habiliten el desarrollo de un sistema eléctrico bajo en emisiones de Gases de Efecto Invernadero, como un diseño de mercado y regulación compatible con la transformación del sector.

El académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca, Felipe Varas, indicó que la mesa de trabajo va en la dirección correcta, ya que además de disminuir la emisión de gases contaminantes, establece incentivos para la tramitación de proyectos de las empresas para reemplazar estas centrales de carbón.

Entre los años 2019 y 2023 se han retirado 8 unidades generadoras a carbón. Al año 2025, 5 termoeléctricas estarán disponibles para ser retiradas y otras 5 podrán ser reconvertidas para otras energías limpias, y las 10 centrales restantes mantienen su compromiso de retiro al año 2040.