Noviembre de 2021 y todo era felicidad en el Partido de la Gente luego de anotarse su primer triunfo como conglomerado, logrando la elección de 6 diputados, de la mano de su líder y eterno candidato presidencial, Franco Parisi, quien quedó en un expectante tercer lugar en la carrera por La Moneda.
Sin embargo, un año y ocho meses después, poco queda de esa colectividad que venía supuestamente a renovar la política, de la mano de una democracia “digital” que sembró más dudas que certezas, con una directiva ignorada (y desconocida) y con apenas tres diputados que poco pesan al interior de la Cámara.
Recordemos que el Partido de la Gente irrumpió en 2019 de la mano de dos caudillos: Franco Parisi y Gino Lorenzini. Sin embargo, sus propias ambiciones derivaron en una lucha fratricida que terminó con el líder de Felices y Forrados viendo por televisión las elecciones presidenciales.
Parisi, en tanto, logró capitalizar su discurso antisistema, principalmente en el norte del país, formando una colectividad al estilo “Catch-all” (atrápalo todo), como una forma de hacer frente a los políticos tradicionales, poderosos y corruptos que supuestamente controlan el país, con una ausencia (adrede) de una definición política, así como de una ideología, para congregar a todos los que les sea posible en sus filas.
Sin embargo, su apoyo a Kast para la segunda vuelta y la polémica judicial que lo mantuvo lejos de Chile haciendo “telecampaña virtual” desde Estados Unidos, poco a poco lo relegaron a un plano cada vez más secundario.
En esto tampoco ayudó lo sucedido con los diputados del PDG en el Congreso, que se enzarzaron en una disputa de egos, ante la posibilidad de que uno de ellos se convirtiera en el Presidente de la Cámara, lo que terminó con la bancada fracturada con solo tres “sobrevivientes” del partido: Rubén Oyarzo, Karen Medina y Gaspar Rivas.
Pese a los intentos por hacer control de daños, con viaje a Chile incluido, Parisi no logró recomponer a su golpeado partido, y terminó retornando a Estados Unidos, sin haber conseguido ordenar la casa.
Peor aún, en la elección para Consejeros Constitucionales, no solo una de sus candidatas protagonizó una de las mayores controversias en la campaña tras revelarse sus antecedentes judiciales ligados al narcotráfico, sino que no logró elegir a ninguno de sus postulantes, quedando sin representantes en el proceso para redactar una nueva propuesta de Carta Magna.
El fenómeno no es nuevo, ni en el mundo, ni tampoco en Chile. ¿Se acuerdan de Marco Enríquez-Ominami, más conocido como ME-O? Tanto él, como su colectividad, el Partido Progresista, pasaron de la irrupción rupturista al total abandono, en medio de causas judiciales por corrupción.
Como anécdota, el PRO ha sido dos veces disuelto por el Servel por no alcanzar los votos suficientes, y ahora pretende volver bajo un nuevo nombre: Patria Progresista.
El Partido de la Gente está en peligro de extinción
Hace unos días, la última medición realizada por el Centro de Estudios Públicos (CEP) reveló que el PDG mantiene un 3% de simpatía. Sin embargo, Parisi aparece con un 18% de valoración positiva, apenas un punto por encima de Francisco Chahuán, y dos puntos por sobre Javier Macaya y Natalia Piergentili, en el fondo del listado.
El Servel, por su parte, publicó la última actualización de los partidos y sus militantes, donde si bien el PDG continúa dentro de podio, pasó de 47 mil a 42 mil, algo que evidentemente habla de un desencanto.
Al conversar con miembros del partido, tanto militantes de base, como los propios parlamentarios, todos reconocen estar en problemas. Pero, se atribuyen culpas entre unos y otros, apuntando a los diputados polémicos, a una directiva fantasma y un Parisi que está muy lejos para realmente influir.
Según confidencian algunos exmilitantes del Partido de la Gente, el principal problema ha sido el desempeño de los diputados, especialmente por el pleito que derivó en la salida de la mitad de la bancada.
“Todo fue porque no querían que el diputado Pino fuera presidente de la Cámara”, critican, lamentando que el PDG se haya quedado con figuras políticas que tampoco aportan al debate legislativo, como Karen Medina, quien -según dicen- es prácticamente una desconocida para los medios, y, por otro lado, con Gaspar Rivas, quien es más conocido por sus polémicas.
Rubén Oyarzo, por su parte, suma cuestionamientos por pactar junto al resto de sus compañeros con otros parlamentarios de izquierda y votar “codo a codo” con el oficialismo.
Pero a juicio de los cuestionados legisladores del PDG, su desempeño está avalado por las decenas de proyectos de ley y oficios que han presentado en los casi dos años que llevan en el Congreso.
De todas maneras, reconocen que al ser un partido nuevo, deben aún madurar. Y en paralelo, piden un Congreso Ideológico para de una vez por todas definirse en qué vereda se van a quedar y no simplemente al medio de la calle a punto de ser arrollados, o peor aún, ser olvidados por las personas que están en la vereda.
Para ello, es importante también saber qué va a pasar con Franco Parisi, ya que es innegable que no puede estar llevando las riendas de su partido por Zoom, ni solo viajando de tiempo en tiempo.
Ligado a esto último, se cuestiona también la tan comentada “democracia digital”, no solo por el cambio en las plataformas, con el evidente declive de Facebook, por ejemplo, sino porque hay elecciones, como la Municipal del próximo año, que exigen presencia en los territorios, y no al estilo de Sheldon Cooper, con un monitor a rastras para convencer a los vecinos.
La debilidad de la actual directiva del PDG: el desconocido Luis Moreno
En lo que sí están de acuerdo de manera muy clara, es en la debilidad de la actual directiva, encabezada por Luis Moreno. Sí, porque él es el presidente del PDG, no Franco Parisi.
Tanto diputados, como también en la propia militancia, coinciden en que ha sido una conducción débil, sin presencia en los medios de comunicación, como tampoco en los territorios.
De hecho, ahora en agosto deben convocarse a elecciones, pero aún no hay “humo blanco” al respecto.
Por lo pronto, lo único que se sabe es la intención de un sector por postular a Elizabeth Rodríguez para liderar el partido. Incluso, la excandidata a consejera constitucional y exabogada de Franco Parisi, ya comenzó a pasearse por los medios, en un intento por ganar ventaja.
Pero, su figura también está muy ligada a los diputados, dado su rol como asesora de la diputada Medina, algo que también genera ciertas resistencias en la militancia.
De todas formas, es una opción mucho más potente que el actual presidente Moreno, de quien se critica su falta de protagonismo y de peso político. “No ha estado a la altura”, dicen sin mayores rodeos los propios diputados.
Estos últimos también se defienden de los cuestionamientos de parte de la militancia, aludiendo a la ignorancia que hay respecto a cómo se realiza la labor en el Congreso, donde ellos tienen un escaño por el que se deben a sus votantes, más que por los militantes del PDG.
“Hay que estar acá adentro para saber cómo funciona”, “otra cosa es con guitarra” y “no somos buzones de la militancia”, son parte de las frases que se escuchan cuando son emplazados.
Marco Moreno, analista político: “El PDG está el riesgo de desaparecer”
Para el analista político y académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, el Partido de la Gente carga con ser un “Catch-All” o partido “atrapalotodo”.
“Se estructuran fundamentalmente a partir de liderazgos y caudillos fuertes que logran instalar y crear una organización, en este caso facilitada por el uso intensivo de las redes sociales, como ocurrió con este partido, que no tienen doctrina, ideologías claras, y que responden solo a las decisiones del caudillo”, explica.
“Parisi tuvo un mal desempeño en la última elección presidencial, evidentemente ese liderazgo comenzó a erosionarse y especialmente después del Plebiscito de Salida, ha ido perdiendo el amor que había tenido antes”, enfatiza Moreno.
“Y eso explica esta desarticulación en un partido que hoy día es una suerte de archipiélago con varias islitas, que no les permite actuar colectivamente. Y enfrentados al desafío electoral de las elecciones locales y regionales del próximo año, se hace complejo su buen desempeño electoral, dado que no es un partido que tenga anclaje en el territorio, sino que solamente se mueve en el territorio digital”, advierte.
Respecto a la posibilidad de que el PDG desaparezca, tal como sucedió con el PRO de Marco Enriquez-Ominami, Moreno pone el énfasis en la posibilidad de que la nueva Constitución endurezca las condiciones para conformarse como un partido político.
“El PDG está en riesgo de desaparecer, toda vez que es difícil que pueda tener un buen desempeño”, sentencia.
“Por lo visto hasta ahora en elecciones que tienen un componente regional y local, como son las del próximo año, y también porque si la nueva Constitución establece un límite para la supervivencia de un partido político, el PDG sería uno de los que no podría eventualmente cumplirlo”, señala.
“Tendría que el caudillo volver a intentar tomar el control del mismo si es que quiere. Lo que no sabemos es si Parisi está interesado en una aventura política que implicaría instalarse en Chile, estar expuesto al escrutinio de los medios de comunicación, de la ciudadanía”, concluye el experto.
Por ahora, según fuentes de BioBioChile, Parisi no tiene en sus planes retornar a nuestro país, por lo que el Partido de la Gente podría estar caminando a paso presuroso a su extinción.