La diputada Catalina Pérez envió una carta a los militantes de Revolución Democrática, en donde reiteró su inocencia en el Caso Convenios, reconociendo, eso sí, que carga con “el peso del error”.
Recordemos que la parlamentaria fue suspendida de su militancia, tras el escándalo generado tras revelarse las entregas de fondos a la Fundación Democracia Viva, que se dirige su expareja, Daniel Andrade.
“Me he sometido y he acatado la sanción que me ha impuesto el Tribunal Supremo, de un año de suspensión de mis derechos militantes”, puntualiza.
Al respecto, la diputada por Antofagasta insistió en su inocencia, apuntando que “ya he dicho -y lo reitero- que nunca he hecho uso de mi cargo para interceder por ninguna persona o fundación para obtener recursos del Estado, ni me he beneficiado de ninguna manera de ello”.
“Sé que esto pasará y se aclarará todo lo acontecido. Sé que las instancias judiciales establecerán que no tuve injerencia alguna en los actos cuestionados. También espero que los tribunales determinen las sanciones y penas para quienes corresponda”, añadió Pérez.
No obstante, reconoció que “sí cargo y cargaré con el peso del error de no haber ponderado adecuadamente el profundo daño e impacto político que este caso le iba a causar al proyecto que hemos construido y a su militancia, a nuestro gobierno y a mí misma”.
“Quienes me conocen, saben cuánto me lo reprocho”, sostiene la diputada del Frente Amplio.
Pero también, Catalina Pérez envió un “recado” a la dirigencia de Revolución Democrática, con quien se enfrentó públicamente, en especial, con el timonel, Juan Ignacio Latorre.
“Espero que, en el futuro, si se dan circunstancias similares, las instancias partidarias puedan actuar con disciplina, pero también con mesura, inteligencia y respeto”, critica.
“Creo que es fundamental superar la lógica de la desconfianza, la persecución, el juicio
apresurado y la falta de fraternidad entre compañeros y compañeras que hemos visto
aflorar estas semanas”, sentenció Pérez.
En ese sentido, la diputada agradeció “a todos los que me han entregado palabras de aliento, a quienes me han ayudado a procesar la injusticia, a quienes han estado disponibles para conversar con altura de miras sobre este doloroso proceso”.
Asimismo, apunta que “nuestro proyecto no depende de las buenas o malas decisiones que cada uno de nosotros tome por separado”.
“Que nuestra juventud no nos haga perder perspectiva. Después de estos momentos difíciles, que pasarán como todo en la vida, vendrán otros”, anticipa.
“Después de cumplir con mi licencia médica, he retomado mi trabajo parlamentario y volveré
a mi actividad en terreno en la región a la que represento. Estoy tranquila, sabiendo que la verdad se impondrá”, cierra la misiva.