Diversas reacciones generó la declaración del ministro de Justicia, Luis Cordero, quien reconoció la ausencia de boletas de garantías de fundaciones, en medio del escándalo por el Caso Convenios.
Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile, la boleta de garantía es una caución que constituye un banco, a petición de su cliente, llamado el “Tomador”, a favor de otra persona llamada “Beneficiario”.
Esta tiene por objeto garantizar el fiel cumplimiento de una obligación contraída por el tomador o un tercero a favor del beneficiario.
En concreto, existen dos maneras de obtener que un banco emita una boleta de garantía para caucionar una obligación de una persona a favor de otra. La primera es que se obtenga la emisión de una boleta con la constitución de un depósito de dinero en el banco por parte del tomador. La otra es que el banco la emita con cargo a un crédito otorgado al tomador, quien suscribe un pagaré u otro título de crédito a favor del banco.
“Cuando se pasó al modelo de instituciones sin fines de lucro, se mantuvo la inercia y no se exigieron boletas de garantías, y creo que eso fue un error”, manifestó Cordero en la mañana.
El secretario de Estado dijo además que “el ministro Carlos Montes, en sus comparecencias al Congreso, los días 4 y 5 de julio, advirtió en todas las comisiones en las cuales él se presentó, que uno de los defectos que él identificó y su equipo, es que en estos contratos, pese a que eran transferencias de capital, no existían boletas de garantía”.
En esta línea, el senador Manuel José Ossandón (RN), dijo que “lo que ha dicho el ministro de Justicia, que el no pedir boletas de garantía es un error, es muy grave. Porque esto demuestra el amiguismo, que aquí se le entregó dinero sin garantía a los amigos. Eso es desproteger la plata de todos los chilenos”.
En palabras simples, el legislador explicó que “el Estado te pasa plata para un proyecto, pero tú te dejas una garantía, que si no cumples, el Estado puede cobrarla. Por lo tanto, ministro, esto no es un error, es una falta grave administrativa”.
Boletas de garantía
Respecto a este tema, desde la UDI, el diputado Gustavo Benavente dijo que “en ninguna parte, yo conozco que todo convenio o contrato, incluso, en que se anticipan dineros, no sean respaldados con las debidas garantías. Una boleta de garantía, si hay un incumplimiento, usted va y la cobra ante el banco emisor, pero resulta que ahora, para recuperar los fondos, el Estado tendrá que iniciar un juicio”.
“Aquí hubo un topón para adentro, un verdadero regalo, me imagino que Democracia Viva debe estar muy contento”, añadió el parlamentario.
En esta misma línea, su par, Juan Manuel Fuenzalida, señaló que “Democracia Viva no tenía ninguna historia, ningún banco le habría otorgado una boleta de garantía. Por lo tanto, queda claro que aquí había un diseño para saltarse todas las formalidades, para entregarle la plata”.
“Prometieron un paraíso de probidad”
Desde Republicanos, el diputado Harry Jürgensen, dijo que “más que aumentar sospechas, confirma las evidentes irregularidades que existen. La Ley exige que se constituyan las garantías necesarias para la prestación de los servicios, entonces aquí derechamente se infringió la Ley”.
“El Gobierno, si no hace lo que debe, entonces es cómplice o encubridor de los eventuales delitos que aquí existan. Por eso, el que nada hace nada teme, y el ministro Jackson debe entregar su celular y computador para que sea examinado”, añadió el diputado.
Así también señaló que “el Presidente es quien debe decidir si seguir justificando la corrupción o dar una señal clara al país. Él debe decirnos si este es un Gobierno o una banda”.
“Extraña mucho la inacción o tardanza en tomar decisiones, cuando fueron ellos mismos los que decían tener moral superior, prometieron un paraíso de probidad y tienen a Chile hecho un infierno de corrupción”, manifestó Jürgensen.