El ministro de las Culturas, Las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre, se refirió esta mañana al rechazo a la invitación de ser el “invitado de honor” en la Feria del Libro de Frankfurt que se realizará en Alemania.
En ese contexto aseguró que el Gobierno optó por “ir a hacer los negocios que corresponden a una feria de negocios y no como invitado de honor porque hay un montón de temas adicionales involucrados”.
Consultado por la cifra en que se materializaría el gasto, de Aguirre aseguró que serían entre 6 mil 8 mil millones de pesos.
Aún así, y para resolver las dudas, el ministro de Cultura dijo que “no es que no vayamos a asistir a Frankfurt, vamos a asistir. Lo que estamos declinando es al proceso de ser invitados de honor que requiere una cantidad de responsabilidades, recursos monetarios, profesionales, de gran magnitud”.
Agregando que “preferimos enfocarnos en la política del libro, la lectura y la biblioteca que tenemos pendientes y que hemos también lanzado este año”.
Lo anterior porque, según dijo, existen temas pendientes como la posibilidad de generar una gran feria internacional desde Santiago y que involucre a la ciudadanía.
Consultado por si se pueden hacer ambas cosas, de Aguirre respondió que sí, pero de manera imperfecta, recordando que “los recursos son limitados (…) nosotros pensamos que orientar los recursos que teníamos para esa feria, a una actividad como la que indiqué, nos pareció más conectada con el propósito de valoración de la cultura en Chile”.
Sobre la polémica decisión de rechazar la invitación de honor en Frankfurt
Respecto a la decisión, “entiendo que esto sea una decisión polémica que estamos investigando si es reversible”, dijo, asegurando que “el Presidente de la República no está de acuerdo con nuestra decisión, tengo que decirlo francamente”.
“Estamos viendo que posibilidades hay de revertirla, yo veo que son escasas. Creo que esto no anula la presencia de Chile en Frankfurt. Está garantizada de igual manera como un participante normal”, dijo.
En esa línea, confirmó que la decisión fue analizada por el Ministerio y, tras eso, se decidió que “esos recursos más vale orientarlos hacia otro tipo de actividades”, pero que no significa que se clausura la relación con la Feria del Libro de Frankfurt.
“Es una decisión discutible como todas las que se toman y yo estoy abierto, junto a las orientaciones del Presidente, a ver qué posibilidades hay de revertirlo”, reiteró. Agregando que una participación activa y proactiva no se hace asistiendo como invitado de honor.
Finalmente de Aguirre explicó que “para los efectos de hacer negocios, da lo mismo. Para efectos de imagen probablemente sea muy lucido tener un stand grande y ser el invitado de honor. Hay muchos países, incluso desarrollados, que no han tomado este sitial por caro”.