En el Senado se presentó la moción que modifica el Código Penal para incorporar, como circunstancia agravante de la responsabilidad, el uso de Inteligencia Artificial en la comisión de un delito.
La iniciativa, que será analizada por la Comisión de Constitución, fue impulsada por los senadores Kenneth Pugh, Rodrigo Galilea y las senadoras Ximena Órdenes, Ximena Rincón y Luz Ebensperger.
Los autores de esta moción señalaron que el objetivo es “establecer medios disuasivos respecto al mal uso de la inteligencia artificial, cuando ésta se destina a la comisión de delitos de diversa índole, que afectan los derechos de las personas”.
Para ello, se propone la incorporación de una circunstancia agravante de la responsabilidad penal en el artículo 12 del Código Penal, consistente en la utilización de Inteligencia Artificial en la comisión de un delito.
Los autores del proyecto recordaron que “nuestro país ha asumido el desafío de actualizar su legislación en materias relacionadas con la digitalización, tales como la protección y el tratamiento de los datos personales, la regulación de los delitos informáticos, la gobernanza de ciberseguridad y de la infraestructura crítica de la información, la protección de la infraestructura crítica, entre otras. Existe, sin embargo, un ámbito que ha planteado una especial dificultad a la hora de legislar: la inteligencia artificial (IA)”.
Inteligencia Artificial
Asimismo aludieron a las distintas formas en que los países han regulado la inteligencia artificial, como por ejemplo, en mayo pasado el Parlamento Europeo votó a favor un proyecto de reglamento para garantizar el desarrollo ético de la plataforma ChatGPT, proponiéndose ser el primer bloque a nivel mundial en adoptar un marco legal integral para limitar los excesos de la IA, pero cuidando al mismo tiempo que se garantice la innovación.
Otro caso -en el que se puede apreciar la auto sustentación de la IA- es el de Costa Rica, país en el que sus congresistas presentaron un proyecto de ley elaborado por ChatGPT4 para regular, precisamente, la inteligencia artificial.
Similar ha sido la postura de Dinamarca, cuya primera ministra, Mette Frederiksen, pronunció el pasado 31 de mayo un discurso escrito parcialmente con ChatGPT para resaltar el aspecto novedoso, pero también peligroso de esta tecnología, previniendo que, en el futuro las campañas políticas se verán afectadas por la desinformación y la propaganda instantánea.
No obstante, los autores del proyecto también recalcaron que la IA puede ser bien orientada, por ejemplo, al combate del delito, tal como ocurrió en Chile con la detención de una banda dedicada a las encerronas, a través de la llamada ‘Operación Influencer’.