Polémica generó el proyecto de ley del Gobierno, que elimina el cargo de Delegado Presidencial, en una iniciativa que ha sido duramente cuestionada por los gobernadores, que han calificado la idea como un cambio de “gato por liebre”.
Así lo señaló, por ejemplo, el gobernador metropolitano, Claudio Orrego, quien insistió en sus críticas al Ejecutivo, cuestionando la falta de diálogo con La Moneda.
“No fue consultado con ninguno de los gobernadores, ni con la Asociación, y lo peor es que parece una mala broma, porque lo único que hace el proyecto de ley es cambiarle el nombre al delegado presidencial”, criticó, en conversación con CNN Chile.
“Con el nuevo proyecto de ley se le permite coordinar a todos los entes públicos de la región, excluyendo de ese rol por cierto a la máxima autoridad democráticamente elegida que son los gobernadores”, apuntó Orrego.
En ese sentido, sostuvo que la iniciativa “que pretendía supuestamente eliminar una figura que genera duplicidad y confusión en las regiones, como el delegado, que no solamente se le mantiene, se le aumentan las atribuciones”.
“Entonces, la verdad es que nos sentimos muy defraudados con la forma y con el fondo de este proyecto ley”, sentenció.
“Creemos que por lo menos deberíamos tener la facultad de coordinar a todas las autoridades que tienen que ver con la gestión del territorio”, apuntó.
“Por ejemplo, toda la inversión de una región debiera ser parte de la coordinación que hacemos los gobiernos regionales, que tenemos el mandato constitucional de velar por el desarrollo armónico de los territorios. Y eso hoy día no ocurre. Y peor aún, con el nuevo proyecto de ley se debilita aún más”, insistió.
“Si tú no vas a hacer un cambio, mejor no lo hagas porque si no parece una tomadura de pelo, literalmente, hacer que la reforma a los delegados presidenciales se reduzca a cambiarle el nombre, es de verdad algo que no tiene ningún sentido y que más bien parece una mala broma”, cuestionó.
En esa línea, se mostró de acuerdo en que el proyecto sea retirado para dialogarlo, tanto con los gobernadores, como con los parlamentarios.
“Lamentablemente, con este proyecto de ley, que es como un paso en falso, diría yo, de alguna manera el Gobierno está borrando con el codo lo que escribió con la mano”, concluyó.