Chile se encontraría estudiando el modelo italiano contra las mafias para combatir el aumento del crimen organizado.
El fiscal nacional, Ángel Valencia, viajó a Europa esta semana para participar del foro Lucha contra el crimen organizado en Roma.
De acuerdo al medio El País, lo acompañó el director de la unidad de crimen organizado del Ministerio Público, Ignacio Castillo, y tuvo reuniones bilaterales con la Procuradoría Nacional Antimafias y la Dirección Nacional Antimafias.
“Hay más homicidios con imputados desconocidos y más homicidios con arma de fuego. Además, hay antecedentes evidentes que dan cuenta que en Chile están empezando a operar sicarios, cosa que no ocurría hace 10 años”, señaló Valencia en el foro.
En esa línea, agregó que “el gran volumen de estos nuevos homicidios corresponden a ajustes de cuentas o a lucha por control territorial de parte de bandas que responden al crimen organizado directamente o que se han desprendido de ellas”.
El fiscal ya hizo una referencia a Italia el pasado 26 de abril, durante su primera Cuenta Pública. “Necesitamos que se establezca la creación de un recinto carcelario especial, como los que permitieron a Italia combatir, con pleno respeto a los derechos humanos, el crimen organizado”, dijo Valencia.
En conversación con El País, indicó que el país europeo tiene una gran reputación por la eficiencia en el control del crimen organizado.
“Persiguen eficientemente el crimen organizado, pero respetando las garantías judiciales y los tratados internacionales en materia de derechos humanos”, manifestó el abogado.
Modelo antimafia italiano y su régimen carcelario
Una visión similar tuvo Ignacio Castillo, quien expresó al mismo medio que “es un referente lo que Italia ha hecho desde la década del 90 hasta ahora. Y una de sus aristas tiene que ver con el régimen carcelario más duro para aquellos que están en el vértice apical de las estructuras criminales mafiosas”.
“Quienes están en el vértice de las organizaciones mafiosas, y aquellas personas que han sido condenadas por tener vínculos apicales, tienen un tratamiento penitenciario mucho más estricto”, explicó el especialista en crimen organizado.
De acuerdo a Castillo, este tipo de medidas implica aislar a los cabecillas de estas organizaciones para evitar que tengan vínculos con el exterior.
“Ello implica que en Italia existan celdas especiales, con tiempos reducidos de salidas al aire libre que son controlados en forma permanente, así también sus conversaciones telefónicas, las que son escuchadas”, cerró.