El Gobierno confirmó que durante la madrugada de este domingo llegará un avión privado desde Venezuela, para repatriar a cientos de personas que están varadas en la frontera norte del país. Parlamentarios y organizaciones de migrantes valoraron la medida, pero concordaron en que no es suficiente para resolver el problema que se vive en la zona.
Parlamentarios y organizaciones se refirieron al anuncio que realizó la cancillería chilena, en cuanto a la llegada de un avión venezolano que repatriará este domingo a migrantes de ese país que se encuentran varados en la frontera del norte.
Recordemos que son entre 100 y 120 los ciudadanos venezolanos que han llegado hasta el límite de Arica y Tacna, para intentar cruzar hacia Perú.
Según informaron las autoridades, se trata de una operación financiada por el gobierno de Nicolás Maduro y la aeronave pertenece a una empresa privada, descartando que se trate de la cuestionada aerolínea estatal Conviasa.
El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, aseguró que la mayoría de las personas que serán trasladadas se encuentran en Chile, pero también habrá algunas que cruzarán desde Perú para ser trasladadas a Caracas.
La autoridad destacó la buena disposición que existió por parte de Venezuela y dijo esperar que próximamente se autoricen más vuelos.
“Es un primer vuelo. Esperamos que próximamente puedan haber más vuelos, pero eso es algo que tendremos que conversar con nuestra contraparte venezolana”, indicó el secretario de Estado.
A esto agregó que “esto es parte del programa Retorno a la Patria, obviamente financiado por el gobierno venezolano. Es una aerolínea privada, no es Conviasa”.
Avión venezolano para repatriar a migrantes del norte
Desde el Servicio Nacional de Migraciones, aclararon que la PDI y representantes del consulado venezolano han realizado las labores de empadronamiento de todas las personas para tenerlas identificadas.
El director del organismo, Luis Eduardo Thayer, dijo que ninguna de ellas tiene asuntos pendientes con la Justicia.
“No se va a ir nadie del país, en ese avión al menos, que tenga alguna situación pendiente con la justicia, que tenga delito o que tenga una orden de expulsión”, precisó Thayer.
Así también explicó que “este es un vuelo de personas que quieren retornar a su país, y que no pueden pasar a Perú, puesto que -según señala la autoridad peruana- no cumplen los requisitos migratorios para ingresar”.
En el Congreso valoraron este anuncio de Cancillería, aunque señalaron que no es suficiente para solucionar los problemas que se viven en el norte.
El diputado de Renovación Nacional y miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Diego Schalper, aseguró que el Gobierno debe instar a sus pares venezolanos a que haya más vuelos, mientras que el legislador socialista y presidente de la instancia, Tomás de Rementería, afirmó que no pueden cerrarse a ninguna opción.
“Aquí no basta un avión, es necesario varios vuelos. Yo exijo al gobierno que inste al gobierno venezolano a hacer todos los esfuerzos que hay que hacer para resolver el problema”, indicó el político de RN.
Mientras que De Rementería dijo que “también tenemos la opción de los vuelos de la Fuerza Aérea y hay que pactarlo con Venezuela, sabemos que ellos tienen algunos impedimentos legales (…)”.
“Eso no resuelve el problema”
El representante de la Defensoría de Migrantes, Rodolfo Noriega, valoró también las gestiones realizadas por el Gobierno, aunque aseguró que el vuelo no resuelve el problema humanitario en la zona. Incluso, advirtió que es probable que aumente el número de personas varadas en la frontera.
“Es una idea correcta en principio, pero eso no resuelve el problema (…) porque si llegan a trasladar 100 de 300 personas, el problema va a seguir ahí en la frontera. La gente que está varada va a seguir varada, y probablemente eso se va a incrementar”, precisó Noriega.
A pesar de estar centrados en las operaciones aéreas, desde Cancillería no desecharon la posibilidad de un eventual corredor humanitario terrestre. Eso sí, puntualizaron que “no es una opción inmediata, porque organizar un corredor terrestre que pase por cinco países y que recorra más de 5.000 kilómetros de distancia es una operación extremadamente compleja”.