El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, dio por superado este sábado la polémica que vivió con la diputada del Partido Ecologista Verde, Viviana Delgado, a quien le gritó en medio de una discusión por el cierre de un colegio en Maipú.
El hecho ocurrió el martes en la sesión de la Comisión de Educación de la Cámara Baja y derivó en que parlamentarios, como Pamela Jiles, exigieran su renuncia, además de generar un quiebre en la relación del Ejecutivo y el Partido Ecologista.
Incluso el Presidente Gabriel Boric informó que reprendió al titular de Educación tras lo ocurrido: “No justifico que ningún ministro le levante la voz a una diputada ni a nadie. No corresponde”, afirmó.
En la trastienda del cambio de gabinete, Ávila era uno de los que sonaba más fuerte, pero esto finalmente no se materializó.
Al respecto, el ministro indicó que lo ocurrido fue “una discusión, pero hemos estado trabajando fuertemente para una solución de lo que sucedió en la escuela, ya está cerrada la faena minera que estaba en torno a la escuela Reina Dinamarca”.
Sobre la reconstrucción de las relaciones tras lo ocurrido con los integrantes de la Comisión de Educación, afirmó que ayer conversó con el presidente de la instancia y que el martes debe acudir nuevamente.
“Esto es un episodio y ojalá que la gente efectivamente comprenda qué fue lo que realmente ocurrió y hay que seguir adelante”, dijo sin detallar justamente qué fue lo que pasó.
Eso sí, indicó que “estas cosas son tropiezos y uno sigue adelante”.
También agredió el respaldo del Mandatario y aseveró que lo retribuirá con “trabajo, trabajo y trabajo”.
Las declaraciones las emitió luego que justo al Presidente y ministros saliera de La Moneda para saludar a adherentes que les manifestaron su apoyo al Gobierno a un año de asumir.