El rubro de la hospitalización domiciliaria –conocida como “Home Care”– ha cobrado cada vez más fuerza en Chile, donde, el año pasado, cerca de 3.200 pacientes se atendieron en esta modalidad.

Sin embargo, las personas solo pueden acceder a este servicio pagando de manera particular o a través de la cobertura de las isapres, excluyendo a Fonasa.

Es decir, tomando en cuenta la crisis que vive el sistema privado de salud, ante un eventual colapso del sector, estos pacientes no tendrían financiamiento para seguir cubriendo los cuidados en sus domicilios.

Por esta razón, las “home care” crearon su primer gremio, la Asociación Chilena de Instituciones de Salud Domiciliaria, que busca anteponerse a las repercusiones de una posible quiebra de las isapres, según informó el Diario Financiero.

La gerente general de Clínica Medical Home, María Paz Leyton, sostuvo que no hay camas críticas disponibles para recibir a todos las personas que se atienden en la modalidad de hospitalización domiciliaria.

El profesor ejecutivo de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Guillermo Rebolledo, sostuvo que, a diferencia de otros países, Chile aún no ha visto la hospitalización domiciliaria como una solución integral para la salud.

Parlamentarios de las comisiones de Salud de la Cámara y del Senado afirmaron que las empresas de hospitalización domiciliaria requieren de una regulación distinta, que permita modernizar y mejorar el funcionamiento del sector.