En las últimas horas parte de la agenda noticiosa se centró en una desprolijidad al interior del Gobierno: se filtró a la prensa el audio de una reunión donde la Cancillería debatía -con garabatos incluidos- una respuesta a las críticas del embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, por el rechazo del Comité de Ministros al proyecto minero Dominga.
La situación generó diversas críticas en el mundo político y provocó la renuncia de la directora de comunicaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien grabó la reunión sin informarle a los presentes y de cuyo celular se habría enviado el mencionado audio.
Un caso en Codelco
Entre 2007 y 2018, Chilena Consolidada le vendió a los sindicatos de Codelco seguros con hasta un 68% de sobreprecios.
La situación quedó al descubierto en enero de 2020, luego de que Baldo Prokurica -en ese entonces ministro de Minería- recibiera una denuncia anónima que le reveló los hechos.
En el contexto de ese caso un ejecutivo de la estatal grabó, sin informarle a los presentes, una reunión con representantes de Chilena Consolidada. El audio luego circuló y el responsable negó haber sido él quien capturó las conversaciones.
Por todo eso fue desvinculado de la minera.
De acuerdo a Diario Financiero, el trabajador acudió hasta la justicia para revertir su despido, el que calificó como “injustificado”; y argumentó que no existían normas internas claras con respecto a la grabación de reuniones.
Añadió que la captura de los diálogos la realizó por orden de un superior.
La justicia -tras varios procesos de parte del desvinculado como de la empresa- falló a favor de Codelco.
El citado medio explicó que en el fallo, la Corte de Apelaciones sostuvo que capturar audios sin informar a los involucrados “de por sí constituye a lo menos una conducta anómala”.
Por último, afirmó que tampoco resultaba “aceptable la ejecución del acto”, aunque haya sido ordenado por una jefatura.