Una denuncia contra la cúpula de la Compañía de Jesús en Chile por encubrimiento presentó una víctima de abusos sexuales por parte del fallecido pederasta, Juan Miguel Leturia.
David es el nombre ficticio con el que el diario El País identificó a la víctima del jesuita. Según el medio, por vía canónica la víctima presentó una denuncia contra siete provinciales de la Compañía de Jesús y una docena de sacerdotes.
En específico, la denuncia es por encubrir los hechos que sufrió, admitidos y condenados por la Iglesia, o por no querer investigar la negligencia de indagar dichos actos.
El pederasta: “Esto es amor de padre”
Los abusos de los que fue víctima David comenzaron en 1988, cuando tenía apenas 13 años. La víctima estudiaba en el Colegio San Mateo de la Compañía de Jesús en Osorno, región de Los Lagos.
En ese tiempo, Juan Miguel Leturia era director del recinto. La denuncia consigna que el jesuita llevaba hasta su despacho a las víctimas. “Nos dijo que éramos sus elegidos”, consignó.
En dicha rectoría, Juan Miguel Leturia abusaba sexualmente de los menores de edad.
Por los pasillos del colegio, las víctimas se cruzaban con otros sacerdotes. David enfatizó en que dichos sacerdotes sabían lo que hacía Leturia con ellos. En específico menciona a dos: Thomas Gavin y Alejandro Pizarro, ambos rectores del colegio durante los años posteriores.
Leturia dejó por un tiempo el recinto en 1988, por una “fuerte depresión”, indicó el denunciante. En 1990, cuando David tenía 15 años, Leturia le comenzó a escribir cartas y, de vez en cuando, viajaba desde Santiago a Osorno para visitarlo.
Otro abuso ocurrió en 1995, cuando David viajó a Santiago a reunirse con Leturia para ir a una piscina. “Yo te quiero. Esto es amor de padre”, le dijo el hombre al medio español.
En el Colegio San Mateo de la Compañía de Jesús en Osorno, los abusos ya eran conocidos por todos, aseguró David.
Ya 10 años después, David, quien se trasladó a vivir a España, relató por medio de dos cartas a Guillermo Baranda, provincial de la congregación, los abusos de los que fue víctima. Tras una deficiente respuesta, buscó un abogado y contactó a la orden.
Fue por medio de una intermediación que le ofrecieron el pago de una indemnización a cambio de que se retractara, sin embargo, asegura, la rechazó. En tribunales, la denuncia fue rechazada.
La cúpula de la congregación
La víctima dice que denunció por medio de cartas a diversas autoridades de la congregación, entre ellas el cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien en ese tiempo era arzobispo de Santiago.
David asegura que, pese a que le señalaron que se harían algunas gestiones, esto nunca se concretó.
La congregación abrió una investigación contra Leturia, pero la víctima asegura que no se le informó de ello, por lo que nunca declaró. Además, apuntó a hostigamiento por parte de los jesuitas.
En mayo de 2020, el Vaticano le respondió que su denuncia presentada en 2019 en el Tribunal Eclesiástico de Barcelona era “genérico y vago”, por lo que no se podía comprobar la veracidad de los hechos. En diciembre de ese año, la orden reconoció públicamente en un acuerdo extrajudicial los abusos, pero no la denuncia de encubrimiento.
Juan Miguel Leturia, quien murió en 2011, fue declarado culpable por la justicia canónica, sin embargo, en 2005 la causa penal fue sobreseída.
En 2021, David solicitó apoyo al cardenal Celestino Aós Braco, pero asegura que tampoco recibió ayuda alguna.
“El encubrimiento es el talón de Aquiles de la Iglesia”, indicó al medio.
La respuesta de la Compañía de Jesús
A través de un comunicado publicado en su página web, la Compañía de Jesús señaló que Juan Miguel Leturia fue suspendido de sus funciones en 2005 luego del inicio de una investigación canónica.
Posteriormente fue sancionado por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano en 2006, con la prohibición de acercarse a menores y la suspensión del ejercicio del ministerio por un plazo de tres años, renovado en 2009.
Finalmente, la Compañía de Jesús indica que junto con lamentar los hechos cometidos por Leturia que fueron presentados tanto en esta denuncia como en otros casos, por lo que han realizado diversos procesos de reparación.