El exministro de Justicia, Isidro Solís, criticó duramente la decisión del presidente Gabriel Boric de entregar indultos a Luis Castillo y Jorge Mateluna, asegurando que corresponde invalidarlos.
A juicio del exsecretario de Estado, desde el punto de vista estrictamente legal, los indultos son decretos supremos, por lo cual pueden ser dejados sin efecto, según señaló a TVN.
En ese sentido, el exministro del primer gobierno de Michelle Bachelet, sostuvo que existen dos caminos: “una es la invalidación y la otra es la revocación. En abstracto, estos decretos se pueden invalidar o revocar”.
En el caso de la invalidación, Solís explicó que esto es posible cuando han existido defectos legales en su concesión.
“En este caso, la posibilidad de la invalidación la tiene la autoridad que la dictó o un tercero cualquiera. Se puede recurrir de legalidad respecto de estos indultos y pedir su invalidación a la Contraloría General de la República”, detalló.
Asimismo, respecto a la revocación de los indultos, Solís sostuvo que esto “solo lo puede hacer la autoridad que los dictó, el Presidente de la República, y es por errores o defectos de forma”.
Sin embargo, en el caso de Jorge Mateluna el caso tiene un cariz distinto, puesto que, según dijo, su decreto no fue fundado y, por lo tanto, ha faltado a los requisitos de la Ley 18.055.
“Desde mi punto de vista, ese decreto -como tiene un defecto legal- puede ser invalidado”, sentenció, insistiendo en que “lo que corresponde en el caso de Mateluna es derechamente la invalidación”.
Y con relación al caso de Luis Castillo, quien posee un amplio prontuario policial, Isidro Solis dijo que debe ser la propia autoridad quien le revoque el beneficio, tomando en cuenta además los dichos de la ministra Camila Vallejo.
“Lo que corresponde es que la propia autoridad lo revoque, sobre todo si la vocera de Gobierno está diciendo que no se tuvieron todos los antecedentes y que, por lo tanto, la resolución se toma con un error evidente”, añadió.
En ese sentido, advirtió que “el Presidente es moralmente responsable de todo lo que hagan los indultados a partir de ahora”.
“Por lo tanto, el Presidente ha puesto su destino en las manos del señor Castillo. Si en seis meses más mata a una persona, la sangre va a correr por las manos del Presidente de la República. Yo creo que ese es un riesgo que el Gobierno no debería correr”, concluyó.