El actual Sistema de Admisión Escolar llegó para reemplazar al antiguo sistema que permitía que establecimientos educacionales públicos y particulares subvencionados seleccionaran a los alumnos bajo sus propios criterios. El SAE funciona con base de algoritmos y factores relativos a la cantidad de cupos, geolocalización y otros, pero aún así, hay cerca de un 10% de apoderados durmiendo en las calles para intentar lograr una matrícula. Esta es la explicación.
Diversas críticas recibió el Sistema de Admisión Escolar (SAE), luego de que se conociera la situación de cientos de apoderados que han debido acampar afuera de establecimientos educacionales para lograr un cupo y poder matricular a sus pupilos.
Cabe destacar que según el Ministerio de Educación, sobre el 90% de los estudiantes ya están asignados a un establecimiento educacional gracias a este sistema, también llamado tómbola, que se creó para evitar posibles discriminaciones al momento de buscar una matrícula.
Acorde a las autoridades, no se trata exclusivamente de un tema de falta de cupos, más bien, de una insistencia de los apoderados de inscribir a sus hijos en los colegios, liceos o escuelas de su preferencia, algo que con el antiguo sistema, tampoco estaba asegurado.
¿Qué es el Sistema de Admisión Escolar (SAE)?
El Sistema de Admisión Escolar es una plataforma online en la cual, padres y apoderados pueden postular a los pupilos a los establecimientos públicos y particulares subvencionados del país.
Dentro de ella, es posible encontrar información relevante, como la cantidad de postulaciones recibidas en años anteriores, el tipo de enseñanza (científico humanista o técnico profesional), jornada, número de vacantes, etc.
¿Cómo funciona el SAE y qué criterios ocupa?
Los apoderados que postulen a sus hijos a establecimientos públicos o particulares subvencionados por medio del SAE, deben tener en cuenta, entre otros factores, los cupos disponibles.
En ese sentido, si hay vacantes disponibles o suficientes, el establecimiento tiene la obligación de aceptar a todos los postulantes.
¿Qué pasa si no hay cupos o hay sobredemanda? En estos casos, el Sistema de Admisión Escolar utiliza un algoritmo de asignación para completar las vacantes, considerando los resultados del orden aleatorio, los criterios de prioridad de los estudiantes y las preferencias declaradas por las familias.
¿Cuáles son los criterios de prioridad del SAE?:
Hermanos: tendrán prioridad los postulantes con hermanos ya matriculados en el establecimiento. 15% de estudiantes prioritarios. Hijos de Funcionarios. Exalumnos, siempre y cuando, no hayan sido expulsados.
¿En qué se diferencia el SAE con el sistema antiguo?
Anteriormente, los establecimientos imponían sus propias reglas a la hora de admitir a alumnos, desde pruebas específicas, hasta requisitos relativos a la unión matrimonial de los padres.
Para evitar esto, se creó el mencionado Sistema de Admisión, que funciona mediante a un algoritmo que toma en cuenta factores como los cupos, geolocalización, etc. y no las notas o situación familiar del alumno postulante.
“Su objetivo es eliminar las barreras de entrada a la educación y a los diversos proyectos educativos que ofrecen las escuelas, colegios y liceos que son financiados con recursos estatales”, indicó, en su momento, la seremi de Educación de Coquimbo, Cecilia Ramírez Chávez.
“En este sistema, son las familias quienes eligen el establecimiento educativo de su interés, y no al revés, pero siempre han existido establecimientos con más demanda que cupos disponibles”, agregó.
Por lo anterior, sostuvo que “es importante contar con el Sistema de Admisión Escolar, que es un sistema objetivo y transparente que evita discriminaciones a familias y estudiantes”.
¿Por qué hay apoderados haciendo filas?
En conversación con Expreso Bío Bío, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, se refirió a la situación de los apoderados que han debido acampar afuera de los establecimientos educacionales para obtener un cupo.
“Es bien importante señalar que el Sistema de Admisión Escolar tiene distintos periodos, tenemos sobre el 90% de los estudiantes asignados en los establecimientos (…) no hay problema de falta de cupos, hay familias que insisten en que sus hijos queden en ciertos colegios, han quedado en establecimientos que no es de su preferencia, entonces insisten en esta posibilidad”, aclaró.
Como han indicado las autoridades, cada caso es diferente, pero la mayoría de este 10% que no se encuentra con una matrícula asegurada para el 2023, corresponde apoderados que mantienen su postura de inscribir a sus hijos en colegios sin cupo.
En ese sentido, la página web del SAE indica que el sistema no garantiza un cupo en el establecimiento elegido por el apoderado, ya que dependerá de las vacantes con las que cuente.
¿Qué pasará con los alumnos que no tienen un cupo?
Luego de la etapa regular de postulaciones y de matrículas, que terminó en diciembre del 2022, este 3 de enero inició el llamado Periodo de Regularización General. En este, los establecimientos deben hacer público los cupos que queden disponibles, los que se pueden revisar en Vacantes.Mineduc.cl.
Quienes buscan acceder a uno de estos cupos, ya sea las personas que postularon al SAE y no hayan quedado, como aquellas que no accedieron y hoy quieren una nueva matrícula, deberán ir presencialmente al establecimiento para hacer el trámite.
Respecto a esto último, el propio ministro de Educación afirmó que buscan la manera de hacer este proceso online y mejorar el Sistema de Admisión Escolar (SAE).