El proyecto que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas mantiene dividido al Senado, en donde deberá votarse esta semana ante un panorama que mantiene a la oposición firme frente a ciertas indicaciones que buscarán agregar a la propuesta.
El proyecto ingresó a su segunda tramitación en la Cámara Alta, desde donde debería despacharse a la Cámara de Diputadas y Diputados a principios de marzo.
Sin embargo, aunque este miércoles se voten las indicaciones en las que hay consenso, el problema son los requerimientos que ha presentado la derecha, en relación a la falta de flexibilidad en algunos acuerdos, como los horarios especiales en ciertos rubros y que podrían retrasar todo el proceso.
El senador de la UDI y miembro de la Comisión de Trabajo, Iván Moreira, se refirió a que la oposición “ha mostrado buena fe” y que, en tanto, el Gobierno solo se rige por lo que la CUT considera favorable.
“El Gobierno baila al ritmo de la CUT y la CUT es la que no quiere que haya algún grado de flexibilidad. Así como el Gobierno actuó bien en la gradualidad, yo no veo por qué no hay flexibilidad para lo que estamos pidiendo, que es la mayoría, que genera empleo en nuestro país”, señaló el parlamentario.
Tu navegador no soporta audio en HTML5
En el oficialismo y parte de la misma Comisión, el senador Gastón Saavedra (PS) se refirió a las indicaciones presentadas por la derecha y cómo estas no son viables en la sociedad actual.
“El proceso legislativo no ha estado exento de diferencias entre los que componemos la Comisión de Trabajo del Senado. La derecha que quiere instalar la flexibilidad, una teoría del siglo XX que ya no es posible aplicar en los tiempos que se viven (…)”, indicó el legislador.
Tu navegador no soporta audio en HTML5
Finalmente, existen otros puntos que queda por votar, como lo es el efecto gradual que tendrá el proyecto, que tiene como objetivo alcanzar las 40 horas en un período de cinco años.