El inicio de 2023 se realizará sin fuegos artificiales en el Gran Valparaíso tras el rechazo al uso de pirotecnia por parte de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) para la celebración conocida como Año Nuevo en el Mar.
Según su director, Patricio Carrillo, el material constituía un riesgo para la seguridad de quienes asistieran al borde costero para observarlos.
En definitiva, el Instituto de Investigación y Control (IDIC) constató problemas en su almacenamiento, ya que estaban en contenedores marítimos; mal embalados, mal guardados y sin las condiciones mínimas estimadas por el proveedor.
“Este material fue evaluado en cuanto a documentación, embalaje y pruebas de detonación en Copiapó”, partió Carrillo.
“Recibido el informe final por parte de IDIC estos fuegos artificiales no son recomendados, por eso la DGMN no autoriza el empleo ni la manipulación de estos elementos durante las fiestas de fin de año”, detalló.
Según dijo, dentro de los controles se dio con una carta del proveedor que no daba “fidelidad de los elementos por la forma en la que estaban almacenadas. No son correctas, eso echa abajo la autorización”, agregó.
Sumado a lo anterior, Carrillo afirmó que las empresas que finalmente no podrán usar esta pirotecnia postularon a las licitaciones “a sabiendas que estaban vencidos” los fuegos artificiales.
Consultado por la tardanza de la determinación, Carrillo explicó que un cambio en el artículo 304 de la Ley de Control de Armas entró en vigencia el viernes, con lo cual el rotulado del fabricante es el que ahora entrega la vigencia de este tipo de productos.
“Eso da pie a que podamos revisar los fuegos artificiales que iban a ser autorizados. El lunes iniciamos los trabajos de revisión, que finalizaron ayer”, comentó.
“Nuestra responsabilidad es darle seguridad a la opinión pública: este material constituye un riesgo para la seguridad de quienes podían asistir a estos espectáculos”, zanjó Carrillo.