Continúan las conversaciones multilaterales por el acuerdo de Seguridad, esta mesa que tiene una serie de objetivos como analizar una agenda común en el Congreso Nacional con proyectos, con indicaciones y con urgencias.

Por otro lado, también concordar acciones administrativas del Ejecutivo que tengan respaldo y que se ejecuten rápido, en el marco de un acuerdo que se va a celebrar con conclusiones y que debiese emanarse para ser una hoja de ruta -al menos- en lo que será el primer semestre del 2023.

En esta línea, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dijo que “siempre mantenemos expectativas en materia de los acuerdos en seguridad. Acuerdos concretos para resolver los problemas que viven los chilenos y chilenas (…)”.

En tanto, el senador de Renovación Nacional, Manuel José Ossandón, planteó una condición en una reunión telemática con la ministra del Interior, Carolina Tohá, que para que hubiese piso y que la oposición pudiese firmar este acuerdo, que el Ejecutivo decrete el despliegue militar para la Macrozona Zona Norte.

Acuerdo por la Seguridad

Por otro lado, el senador y presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker, confirmó la recepción de un paquete de indicaciones sustitutivas para el camino que sí va a ampliar el Gobierno, el del proyecto de infraestructura crítica. El que se considere la frontera como infraestructura crítica y que el despliegue militar se haga en esas zonas.

Una de las personas que ha sido más vocal en solicitar el despliegue militar en la zona es la diputada del oficialismo, Danisa Astudillo (PS).

“El reforzamiento militar de la frontera es una medida que va en la dirección correcta, a la hora de enfrentar la crisis migratoria, pero por si sola es claramente insuficiente (…)”, indicó la legisladora.

La mesa de seguridad debe continuar sus trabajos, subdividiendo los grupos, generando propuestas, pero sin duda ya no con esa sensación de que estamos cerca.