El líder independentista catalán minimizó no haber concretado algún encuentro con autoridades del Gobierno del presidente Boric. "No nos gusta hacer un listado de aquellos con los que nos reunimos", señaló.
El líder independentista catalán Oriol Junqueras aseguró en una entrevista con EFE en Chile que en algunos países de América Latina, “al igual que en España”, se ha hecho uso “de una parte del sistema judicial como un instrumento para frenar la voluntad democrática de los ciudadanos”.
El presidente del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), quien fue condenado a 13 años de cárcel por la organización del referendo ilegal de independencia en Cataluña en 2017 e indultado después, se refirió en concreto a los casos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, en Brasil; Rafael Correa, en Ecuador, o Evo Morales, en Bolivia.
Tras una gira por Colombia, Argentina y Chile que concluye este martes, Junqueras dijo estar preocupado por la “presión” que la ultraderecha ejerce sobre las democracias y pidió a la región no confiarse, pese a la ola progresista que vive, con la izquierda gobernando en las mayores economías.
– Es su primer viaje fuera de Europa desde que fue excarcelado en 2021 tras cumplir casi cuatro años de prisión, ¿cuál es el motivo de esta gira?
Compartir con el mundo latinoamericano algunas de las inquietudes que también sentimos en Europa. Por ejemplo, la relación que existe entre los Estados y los derechos humanos. Creemos que en América Latina, y también en algún lugar de Europa, como ha sucedido en Cataluña, ha habido un uso de una parte del sistema judicial como un instrumento para frenar la voluntad democrática de los ciudadanos y apartar a cargos electos o a candidatos a elecciones.
Es el caso de la expresidenta Dilma Rousseff en Brasil, del propio presidente Lula, también en Brasil. Le sucedió en su día al actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuando era alcalde de la ciudad de Bogotá. También a Rafael Correa, Evo Morales… Nos parece importante que encontremos un discurso también compartido respecto a cómo podemos defender la voluntad democrática.
– ¿Por qué ha escogido Argentina, Colombia y Chile?
Nuestra voluntad, más que reunirnos con gobernantes de izquierdas, es compartir un discurso con el conjunto de los demócratas. Y creemos que hay una presión muy importante por parte de una extrema derecha y de una derecha cada vez más extrema que presiona sobre los principios democráticos.
A veces, la primera víctima de esto es precisamente la derecha. Es decir, la presión de la extrema derecha sobre la derecha pone en riesgo el papel democráticamente legítimo que han jugado las derechas y los centros derechas en Europa y en América.
– A diferencia de Europa, donde la ultraderecha está avanzando, en América Latina hay una ola progresista…
Bueno, es siempre una realidad compleja, porque en muchos casos las victorias de proyectos progresistas en América Latina se han conseguido con márgenes electorales escasos, como Brasil o Colombia. El reto es global, el reto de cómo defender la democracia ante modelos de ultraderecha que ponen en cuestión los derechos humanos, los derechos sociales, pero también la libertad de empresa y la libre competencia. Estos modelos de ultraderecha están basados muy a menudo en sistemas de carácter monopolista u oligopolios.
– Fue recibido por Petro en Colombia, pero parece que no se va a reunir con nadie del Gobierno chileno…
No nos gusta hacer un listado de aquellos con los que nos reunimos. Lo que sí querríamos es ser capaces de construir un relato compartido. Hemos conseguido posicionamientos muy relevantes, como por ejemplo el Working Group de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas o el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que han expresado de manera muy clara y muy contundente en favor de nuestros derechos políticos, de la libertad de nuestros presos políticos, del retorno de nuestros exiliados.
– ¿Hubo presiones desde España para que no realizara esta gira?
Muchísimas. Y estas presiones en general tienen un resultado muy favorable a nuestra posición, puesto que aumentan mucho el interés de aquellos que son presionados. Es decir, gracias a dichas presiones, conseguimos muchas más reuniones, muchas más simpatías y muchas más complicidades.
– Cierra su gira en Chile, un país que va de referéndum en referéndum, ¿le da envidia su cultura de participación ciudadana?
Hay muchas democracias occidentales que también utilizan el referéndum como una herramienta habitual, como Estados Unidos o Suiza. Nuestra posición no es necesariamente la de defender muchos referéndums. De hecho, solo defendemos uno, que es el referéndum sobre el estatuto político de nuestro país.
– Ha visitado dos países, Argentina y Chile, muy concienciados con su memoria histórica, justo cuando en España acaba de entrar en vigor la Ley de Memoria Democrática…
Es muy importante defender la memoria, la verdad y la justicia. No es suficiente defender solo la memoria y la verdad. Argentina ocupa un papel muy relevante en este ejercicio profundamente democrático y ojalá muchos otros países hubiesen seguido este camino. Es evidente que España no siempre lo ha seguido y que siguen sin exigirse responsabilidades de carácter penal para aquellos que cometieron crímenes terribles de lesa humanidad.