Un estudio mostró las importantes diferencias en tasas de letalidad y sobrevida por cáncer de mama, según el tipo de previsión de las pacientes: Fonasa e Isapres.
Así lo reveló el artículo “Inequities in Breast Cancer Outcomes in Chile: An Analysis of Case Fatality and Survival Rates (2007–2018)”, coautoreado por la profesora asociada e investigadora del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), Susana Mondschein.
La investigación estableció que las mujeres afiliadas a Isapres tuvieron una tasa de letalidad considerablemente menor durante el período de estudio, con un promedio de 15,7%, en comparación al 27,5% que registraron las mujeres afiliadas a Fonasa.
El estudio, realizada en conjunto con Sebastián Madariaga, Ingeniero Civil Matemático y Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Chile, y la Dra. Soledad Torres, del Centro Integral de la Mama de la Clínica Las Condes, también reveló que las mujeres de la región Metropolitana tienen tasas de sobrevida más altas que las mujeres de otras regiones.
Mondschein: “Las mujeres que se enferman en Fonasa mueren más”
Susana Mondschein explicó la metodología del estudio. “Tomamos todas las mujeres de la base del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, de egresos hospitalarios y de defunciones, y buscamos a todas las que tuvieron un egreso hospitalario relacionado con cáncer de mama”, detalló.
A partir de esta información, que consideró 58.254 y 16.615 de egresos hospitalarios y muertes por cáncer de mama para el período 2007-2018, respectivamente, analizaron varios frentes de esta enfermedad.
Primero, letalidad, o sea, qué porcentaje de mujeres muere como fracción de las mujeres que se enferman.
Esto es, de 100 mujeres con cáncer de mama, cuántas fallecen producto de ella. Y aquí encontraron la primera diferencia entre las mujeres que se tratan en el sistema privado de salud, en comparación con las que se atienden en el sistema público.
“Vimos que en el sistema de Isapres, la letalidad promedio -entre los años 2007 y 2018- es de 15,7%, mientras que en Fonasa es de 27,5%. O sea, las mujeres que se enferman en Fonasa mueren más”, sostiene Mondschein.
Un segundo frente estudiado fue la sobrevida de las pacientes que sufren esta enfermedad. En este punto también encontraron diferencias.
En el mismo período de tiempo (2007-2018), la sobrevida de las mujeres que están en Isapres fue de 90,1% (a cinco años), mientras que las que se atienden con Fonasa llegó a 80%.
“Diez puntos de diferencia, lo que es harto”, advierte la investigadora.
¿Por qué las pacientes de Fonasa presentan mayor tasa de mortalidad por cáncer de mama?
Según la académica, hay varias hipótesis de posibles causas, aunque todo apuntaría a los exámenes preventivos.
“Es parte de lo que estamos estudiando ahora. El screening, que en español se traduce como tamizaje (exámenes que se hacen para detectar la enfermedad de manera precoz, antes de que aparezcan síntomas), es menos frecuente en las mujeres de Fonasa”, explica Mondschein.
Una situación que la encuesta CASEN 2017 avala y que arrojó que el 57% de las mujeres en este sistema, sobre 50 años, se habían realizado una mamografía en los últimos tres años. O sea, un 43% de ellas no se había hecho este examen.
Si esto se compara con las mujeres que están en Isapres, contrasta la investigadora, “tenemos que el 76,3% se había hecho el examen en los últimos 3 años, o sea el 23,7% no se lo había realizado, con lo que tenemos la certeza de que las mujeres en Isapres se hacen más mamografías de detección precoz”, afirma la académica.
Otra hipótesis, señala la investigadora, es que, a pesar de que el cáncer de mama está dentro de las patologías GES, donde pueden acceder pacientes tanto de Fonasa como de Isapres, las mujeres de menores recursos llegan con cánceres más avanzados.
“Cuando, por ejemplo, se sienten un nódulo en la mama, ya podría ser muy tarde. Una mujer que se hace una mamografía de tamizaje, en cambio, va por un chequeo. Aún no se ha detectado nada”, indica.
Por último, Mondschein agrega que “las mujeres de Fonasa a lo mejor tienen un estado de salud general más deteriorado y, por lo tanto, en todos los tratamientos les va peor”, concluye advirtiendo que se debe poner foco en la salud primaria y, con ello, en la prevención.
Revisa el artículo del estudio en inglés a continuación: