El proyecto del Mineduc que busca modificar la prueba de Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce), respecto a la categorización y ordenamiento de escuelas, será ingresado al Congreso durante marzo de 2023.
Las próximas dos semanas, los estudiantes de 4° básico y 2° medio tendrán que rendir las pruebas Simce de Lenguaje y Matemática.
Los resultados de estas evaluaciones representarán la primera fotografía del sistema escolar. Esto, luego de 2 años sin clases presenciales ni mediciones estandarizadas.
Lo anterior, respecto a los datos poco alentadores que dejó la prueba de Diagnóstico Integral de Aprendizajes, que aplica voluntariamente la Agencia de la Calidad a los establecimientos.
En concreto, no son buenos. Según indicó el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, “son predictores de los resultados que arrojará el Simce en el mes de abril o mayo” del próximo año.
En ese sentido, el secretario de Estado sostuvo que “lo que se está haciendo con cubrir el curriculum priorizado es un aporte. Pero probablemente, esto va a significar un rezago (en los aprendizajes) que se recuperará en más de un gobierno”.
Proyecto de ley de Simce
En cuanto al proyecto de ley que modificará el Simce y que en octubre pasado el ministro Ávila había comprometido para “unas semanas más”, se terminó corriendo para marzo del próximo año, según el propio secretario de Estado.
“Como Gobierno, y desde el Ministerio, nosotros queremos fortalecer y seguir impulsando las evaluaciones a gran escala, que es el nombre que recibe técnicamente pruebas como esta”, señaló Ávila.
Además, detalló que “el tema es reorientar el uso de información que otorga esa prueba, especialmente con algunas modificaciones, normativa, legal”.
Asimismo, el ministro precisó que “va a entrar un proyecto en marzo del próximo año, que modifica el sistema de seguridad, la calidad. Y especialmente, la categorización y reordenamiento de escuela”.
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“Sabemos que los resultados van a ser negativos”
El director ejecutivo de Elige Educar, Joaquín Walker, afirmó que es importante contar con información de los aprendizajes. Esto, ya que fue tan grande la crisis educacional por la pandemia que es necesario dimensionarla y un Simce sin consecuencias es una buena señal.
“Sabemos que los resultados van a ser negativos. Pero también sabemos que no van a existir consecuencias, y más bien esto va a ser información que oriente a la política pública para poder darle aún más prioridad a algo tan relevante”, expuso Walker.
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Por otra parte, el ministro de Educación agregó que lo importante es ampliar la concepción de lo que se entiende por calidad. No sólo está vinculada al Simce sino que también hay otros indicadores.
En ese contexto, Ávila señaló que cuando se solicitó al Consejo Nacional de Educación la suspensión de las pruebas para este año, era en atención al alto nivel de estrés que había en los docentes.
Esto, además de la urgencia de echar a andar el sistema escolar, pero no para olvidarse de ese modelo, sino que para perfeccionarlo y hacerle cambios normativos.